María Kuvalchuk, una joven modelo e influencer de origen ucraniano, fue hallada con múltiples lesiones al borde de una carretera en Dubái, después de haber estado desaparecida durante diez días. Su desaparición ocurrió tras asistir a una fiesta en un hotel de la ciudad.
Los hechos se remontan al 9 de marzo, coincidiendo con el día en que la joven cumplía años. En esa fecha, María asistió a un evento en la capital de los Emiratos Árabes, organizado por dos hombres que se presentaron como supuestos representantes de la industria del modelaje, según informó el diario inglés Daily Mail.

Ese mismo día, la joven envió un mensaje a su madre, Anna, informándole que se quedaría con estos hombres toda la noche; ese fue el último contacto que tuvo su familia con ella.
La preocupación se intensificó cuando María no abordó su vuelo programado para el 11 de marzo. Al no recibir noticias de ella, sus familiares alertaron a las autoridades, quienes iniciaron una búsqueda exhaustiva.
«Ella dijo que iba a una fiesta, pero el promotor que organizaba estos eventos nunca la vio», declaró su madre a medios ucranianos.
Tras varios días de búsqueda, las autoridades locales finalmente localizaron a María. La joven de 20 años fue encontrada en el arcén de una carretera, ensangrentada y sin identificación. Se determinó que su estado era grave, ya que presentaba múltiples fracturas en extremidades y columna vertebral.
De inmediato, fue trasladada a un hospital donde recibió atención médica urgente, incluyendo al menos tres cirugías para salvar su vida. Se prevé que deba someterse a una cuarta operación, según lo dicho por su madre. Hasta el momento, la modelo ha perdido la capacidad de hablar y continúa en cuidados intensivos.
Aunque la investigación realizada por las autoridades sugiere que sus lesiones podrían haberse producido tras una caída desde una considerable altura en una obra en construcción, otros reportes insinúan una posible conexión con las notorios «fiestas de los jeques». Estos eventos, organizados por hombres adinerados, mismos que a menudo implican que las jóvenes reciban un pago por asistir. En muchas ocasiones estas celebraciones terminan derivando en explotación sexual y trata de personas.
Esta inquietante situación se ve respaldada por testimonios recogidos por el medio búlgaro Glasnews, que sugieren que María pudo haber sido víctima de esclavitud sexual antes de ser abandonada.