El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray, anunció este miércoles su intención de renunciar al cargo una vez que inicie el segundo mandato del presidente electo Donald Trump, en enero próximo. En una reunión con el personal de la oficina, Wray
«Después de semanas de reflexionar cuidadosamente, he decidido que lo correcto para la Oficina es servir hasta el final de la actual administración en enero y luego renunciar», afirmó. «Mi objetivo es mantener el enfoque en nuestra misión: el trabajo indispensable que ustedes realizan en nombre del pueblo estadounidense todos los días», agregó.
Esta decisión no es inesperada, ya que hace más de una semana el magnate expresó su intención de prescindir de Wray para nominar a Kash Patel como su sucesor en la nueva administración. Las tensiones entre Trump y Wray no son nuevas. Durante su periodo al frente del FBI, Wray enfrentó numerosos desafíos, incluidos los relacionados con las investigaciones sobre la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016 y la búsqueda de documentos clasificados en Mar-a-Lago, lo que generó tensiones legales para Trump y fuertes desavenencias con el actual director.
Wray, quien fue nombrado por Trump en 2017 con un mandato de diez años, asumió el cargo con la encomienda de mantener al FBI alejado de la influencia política. Sin embargo, su gestión ha estado marcada por controversias que lo distanciaron de la administración Trump.
La renuncia de Wray permitirá que el FBI continúe su labor sin disputas políticas inmediatas. No obstante, analistas políticos han expresado su preocupación de que la agencia pueda ser politizada con la llegada de Patel, una figura de confianza para Trump. Según el futuro mandatario, Patel «hará lo que sea correcto».
