En un hecho indignante, una mujer de 98 años, fue obligada a asistir postrada en camilla al banco BBVA en Oaxaca para realizar un tramite y así poder cobrar su pensión.
La afectada, que responde al nombre de Fidelia Vázquez Nuño, quien no ha recibido el pago de su pensión desde hace 6 meses, ya que el banco ubicado en la colonia Reforma Norte de la ciudad de Oaxaca tiene suspendido este subsidio por una falla en el registro de sus datos biométricos, también le han exigido una serie de requisitos para validar su afiliación al ISSSTE, a pesar de que se han presentado diversos documentos que avalan su identidad ante la institución bancaria.
Ante esto sus familiares presentaron una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), ya que calificaron esta situación como «deshumanizante.»
Por otro lado, el video de este hecho fue difundido a través de redes sociales, donde usuarios de internet criticaron este abuso por parte de la institución bancaria, ya que muestra nula empatía y consideración hacia el estado de salud de la mujer de la tercera edad.
Su hijo, Gilberto Ayala, quien actúa como su apoderado narró que ha vivido un engorroso proceso por la cantidad de trasmites y documentos que le han solicitado, sin embargo a pesar de que su madre no sufre una enfermedad grave, su movilidad es limitada a causa su edad, debió ser trasladada en una ambulancia, recostada encima de una cama hospitalaria para acudir a la cita con la gerente del banco.
Por su parte, su hija, Ernestina Ayala, informó que impondrán una queja formal ante las instituciones correspondientes ya que consideran que el trato por parte los ejecutivos de BBVA fue indigno, señalando que incluso que aun estando físicamente su madre el banco continuara poniendo trabas para poder otorgarle este beneficio
“Nos mandan de oficina en oficina, pero nadie da una respuesta clara sobre por qué no le quieren pagar la pensión. Alegan que su identidad no es precisa, a pesar de que se han entregado todos los documentos. Dicen que la aplicación biométrica del banco no reconoce sus rasgos faciales, pero no consideran que ya tiene 96 años y, obviamente, su rostro ha cambiado”, reprochó.
