marzo 13, 2025 5:25 pm
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¡Alarma en Tamaulipas! Madres Buscadoras hallan presunto campo exterminio narco

El colectivo «Madres buscadoras «Amor por los desaparecidos» dio a conocer recientemente la localización de múltiples fosas clandestinas con restos humanos en un terreno al suroeste  de Reynosa, Tamaulipas. El  hallazgo  ha encendido las alarmas porque podría tratarse de otro  sitio de exterminio utilizado por el crimen organizado en la región.

Se localiza sitio de exterminio con 14 concentraciones de restos óseos humanos con exposición térmica en Reynosa, Tamaulipas. Si tienes un familiar desaparecido, acude al Ministerio Público para solicitar confrontación directa una vez que se termine de procesar el área. Si no tienes denuncia, acude inmediatamente a poner tu denuncia», anunció el colectivo en su página de Facebook el pasado 10 de marzo.

El descubrimiento evoca el reciente caso de presuntos crematorios clandestinos hallados en Teuchitlán, Jalisco, lo que refuerza preocupaciones sobre patrones de violencia sistemática en México. 

De acuerdo con información publicada por  por el periódico Sin Embargo. el colectivo, integrado principalmente por familiares de personas desaparecidas, realizó el hallazgo durante una jornada de búsqueda en terrenos cercanos a la zona urbana de Reynosa en coordinación con Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Tamaulipas, la Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV) y la Comisión de Derechos Humanos del Estado,también estuvieron presentes miembros de de e de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Tamaulipas y de la Guardia Nacional (GN).

Gracias a una denuncia anonima, las madres buscadoras hallaron el predio en obra negra en medio de la maleza  de un campo, según muestran las imágenes  que compartieron

En el encontraron restos, semi entereados y en avanzado estado de descomposición, dentro de  fosas poco profundas, lo que sugiere un modus operandi asociado a grupos delictivos. Activistas temen que el lugar haya sido utilizado como centro de eliminación de víctimas de secuestro o confrontaciones entre cárteles. 

El caso recuerda al descubrimiento la semana pasada en el Rancho Izaguirre, Teuchitlán (Jalisco), donde otro colectivo localizó estructuras que podrían funcionar como crematorios clandestinos, con restos óseos y cenizas. Ambos hallazgos reflejan la crudeza de la crisis de desapariciones en México, donde más de 110,000 personas permanecen sin localizar, según datos oficiales. 

En Tamaulipas, estado históricamente afectado por la violencia de cárteles como el Golfo y el Noreste, el colectivo denunció inacción de las autoridades. “Llevamos años buscando a nuestros familiares, pero enfrentamos obstáculos y desconfianza. Estos restos podrían ser de cientos de víctimas, pero sin peritajes adecuados, la verdad se pierde”, declaró un integrante del grupo bajo anonimato por temor a represalias. 

Aunque las fiscalías estatales y federales fueron notificadas, los colectivos critican la lentitud en los procesos de identificación y la falta de recursos forenses. En Tamaulipas, más de 5,000 personas están registradas como desaparecidas, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas. 

El hallazgo en Reynosa ha reavivado el dolor de familias que buscan respuestas. “Cada fosa es una herida abierta. Necesitamos que el Estado asuma su responsabilidad y deje de ignorarnos”, expresó María (nombre cambiado), madre de un joven desaparecido en 2019. 

Organizaciones civiles exigen una intervención urgente de la Comisión Nacional de Búsqueda y la creación de protocolos especializados para estos casos. Mientras, la sociedad civil sigue asumiendo, en muchos casos, las labores de rastreo en medio de un panorama de impunidad y violencia estructural. 

Estos hechos no solo exponen la emergencia humanitaria en México, sino que cuestionan la eficacia de las políticas de seguridad. La posibilidad de que existan “sitios de exterminio” refleja una escalada en los métodos del crimen organizado, mientras las víctimas y sus familias claman por justicia

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