Desde el pasado viernes, se han rescatado 24 cuerpos y 34 sobrevivientes de las minas de Stilfontein, Sudáfrica. Se estima que 100 personas fallecieron por deshidratación e inanición.
Desde hacía un mes, organizaciones cívicas y grupos que representan a los mineros sudafricanos han desempeñado la labor de rescatar a cientos de ellos atrapados en pozos ilegales. Según informes, se cree que hay más de 500 personas atrapadas desde el mes de noviembre. Aunque aseguran familiares, que algunos llevan atrapados desde el mes de julio.
Desde que las autoridades lanzaron el primer operativo para forzar la salida de los trabajadores, la mina de Stilfontein ha sido escenario de múltiples enfrentamientos entre policías, mineros y miembros de la localidad. Las autoridades afirman que los mineros pueden salir, pero se niegan por miedo a ser arrestados. En cambio, los grupos de derechos, aseguran que muchos de los mineros están muriendo, pues son incapaces de salir a causa de la pendiente; y el sistema de cuerdas y poleas que usaron para entrar, fue retirado por las autoridades en un intento de desalojar el área. Además, el organicismo ha criticado la táctica de cortar suministros de alimento y agua desde la superficie para lograr el cometido.
“Estamos contentos de que esté sucediendo la operación de rescate, aunque creemos que, si se hubiera hecho antes, no habría ningún fallecido”, declaró Mzukisi Jam, presidente regional de la Organización Nacional Cívica de Sudáfrica, quien también estuvo atrapado.
A primeras horas de este martes, se recuperaron seis cadáveres y ocho sobrevivientes, señaló Jam. Además, se hizo público, un video grabado por un trabajador de la mina, donde se muestran las condiciones infrahumanas, en las que se encuentran cientos de trabajadores bajo tierra. También se pueden ver cuerpos embolsados y apilados sobre las paredes de la mina.
Antecedentes
Las minas ilegales son habituales en partes de Sudáfrica, donde las empresas permiten que grupos de mineros informales entren de manera ilegal a espacios que ya no son rentables, con el intento de encontrar depósitos restantes.
Es común que grandes grupos de mineros pasen meses bajo tierra, dependiendo de otros miembros para abastecer suministros. Sin embargo, muchos de ellos han abandonado la zona y otros tantos han sido arrestados.
Finalmente, según la organización cívica, los mineros tienen una segunda alternativa para salir de la mina, atravesando a otro pozo, lo que les llevaría días. Y muchos de los mineros están enfermos o débiles. La mina tiene una profundidad de 2,5 kilómetros, cuenta con múltiples pozos, muchos niveles, y es un laberinto de túneles. Además, afirman que hay múltiples grupos de trabajadores en varias zonas de la mina.