El jueves 26 de diciembre, durante la presentación de un bebé de tigre de bengala nacido hace seis semanas, periodistas notaron que una de las dos jirafas que viven en el Zoológico de Culiacán estaba ausente y al reportarlo, el nuevo director aseguró que a su llegada, el pasado 6 de noviembre, el ejemplar ya no estaba presente y en el inventario que le fue entregado no figuraba, por lo que corresponde al exdirector, Diego García Heredia, explicar su paradero.
«Cuando llegué ya no estaba la jirafa. Después de la entrega recepción, el saliente es el que tiene que dar esa respuesta. Existe la posibilidad de que haya habido un intercambio, que haya habido un fallecimiento, porque no decirlo, que tiene que haber una necropsia”, declaró el director José María Casanova Rodríguez.
Este hecho ha generado gran sorpresa e indignación entre la población y los usuarios de redes, pues, en caso de que la jirafa hubiese fallecido o sido trasladada a otro zoológico, muestra la negligencia de las autoridades y trabajadores del zoológico que no dieron cuenta pública de esta ausencia mediante la correspondiente necropsia o acta de traslado; y, en el peor escenario, si se encuentra con vida y no está en otro centro de conservación, esto querría decir que se cometió un acto criminal; posibilidad que preocupa no sólo porque el mamífero en peligro de extinción podría estar en un sitio inadecuado, sino también porque podría estar en manos de grupos asiduos a la compra de animales exóticos, como lo son los narcotraficantes.
El actual director señaló que el proceso de entrega-recepción finaliza el 13 de enero de 2025, y el próximo 6 de enero se espera que Diego García Heredia presente un informe en el que de explicaciones por esta desaparición.