Este lunes los trabajadores de Burrolandia reportaron que tres de sus burritos, Felipe, Julieta y Canelita, y el caballo Spirit fueron robados del santuario a través de un boquete abierto en sus muros, en el cual habían rastros de sangre que evidencian la violencia con la que fueron sacados de su hogar.
A raíz de esto, organizaciones animalistas de todo el país han alzado la voz, urgiendo a las autoridades federales y del Estado de México que actúen para localizar a estos equinos que tras haber sido rescatados del maltrato, nuevamente están en manos de criminales.
La noticia de este acto de crueldad, que representa un nuevo nivel de agravio contra los animales y el activismo, fue dado a conocer por el propio santuario en un vídeo que ha sido replicado por otros movimientos que llaman a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y al presidente municipal de Otumba, Hilarión Coronel Lemus, a atender este caso con máxima urgencia dado el peligro que corren los animales.
El proyecto de Burrolandia México es un parque de conservación que inició en 2006 y se ha convertido en referente de la defensa animal y de la conservación de esta especie en peligro de extinción, pues desde su creación a la fecha ha albergado a 90 burritos, mulas y caballos rescatados de situaciones de extremo maltrato.
