Hoy es un día histórico para México: Claudia Sheinbaum Pardo asume la Presidencia de México, es la primera mujer en la historia de nuestro país en tener el más alto cargo político y civil, lo cual es un hito, considerando el machismo que distingue a nuestra sociedad hasta estos días.
Empero, hay otra condición fundamental en la biografía de Sheinbaum Pardo que no puede pasar desapercibida, pues su trayectoria política y académica está marcada por su activismo desde sus años como estudiante universitaria.
Los episodios de Sheinbaum como inconforme activa con el sistema que padeció junto con millones de jóvenes mexicanos, le ha permitido convertirse en una figura clave en la política mexicana contemporánea.
Para entender su ascenso político, es fundamental analizar sus años como estudiante huelguista en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su paso por la Universidad de Berkeley, su relación con figuras como Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y su gobierno en la Ciudad de México.
Huelguista en la UNAM
Sheinbaum nació en la capital del país el 24 de junio de 1962.
Cursó sus estudios básicos en una escuela primaria de lo que hoy es la Alcaldía de Tlalpan, el Colegio Manuel Bartolomé Cossío.
Fue estudiante en la UNAM, donde cursó la carrera de Física en la Facultad de Ciencias. Durante este periodo, la máxima casa de estudios del país vivía un contexto político agitado, marcado por la creciente movilización de estudiantes en contra de las políticas educativas neoliberales.
En 1986, la comunidad universitaria se organizó en torno al Consejo Estudiantil Universitario (CEU), del cual Sheinbaum fue parte activa. En ese momento, los estudiantes buscaban frenar los intentos del rector Jorge Carpizo de implementar reformas que afectaban la gratuidad de la educación superior.
El activismo de Sheinbaum en la UNAM fue significativo no sólo por su papel dentro del CEU, sino también porque fue un espacio de formación política que definió gran parte de su carrera posterior. Participar en este movimiento le permitió conectar con otras figuras clave del activismo y de la izquierda mexicana, que más tarde influirían en su trayectoria.
En Berkeley, activismo internacional
Después de graduarse en física, Sheinbaum continuó su formación académica en el extranjero. Decidió estudiar una maestría y doctorado en ingeniería energética en la Universidad de California, Berkeley. Durante su estancia en Estados Unidos, Sheinbaum no se desligó de su compromiso político. Al contrario, su activismo adquirió un matiz más internacional, al vincularse con movimientos que abogaban por la justicia social y ambiental.
Fue en Berkeley donde Sheinbaum comenzó a profundizar en los temas de desarrollo sustentable, cambio climático y energías renovables, temas que más adelante se convertirían en ejes fundamentales de su carrera tanto como académica como política. Además, estos años en Berkeley consolidaron su postura crítica frente a los modelos neoliberales que dominaban el discurso económico y social en México y el mundo.
Apoyo a Cuauhtémoc Cárdenas
El regreso de Sheinbaum a México coincidió con uno de los momentos más importantes en la política mexicana de finales del siglo XX: la creación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. Cárdenas se perfilaba como la figura central de la izquierda mexicana, buscando capitalizar el creciente descontento popular ante el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Sheinbaum se sumó al movimiento en torno a Cárdenas, apoyando su campaña presidencial y su lucha por la democratización del país. Este apoyo no fue únicamente un gesto de afinidad política, sino que marcó el inicio de su militancia activa en la izquierda institucional.
La campaña de Cárdenas fue vista como un parteaguas en la política mexicana, a pesar de la controversia por el fraude electoral que muchos alegan fue perpetrado en su contra.
Encuentro con Andrés Manuel López Obrador
El paso siguiente en la carrera política de Sheinbaum ocurrió cuando conoció a Andrés Manuel López Obrador, una figura emergente dentro del PRD y la política nacional. López Obrador, originario de Tabasco, ya era conocido por su activismo social y su crítica a las élites políticas del país. La relación entre ambos comenzó a forjarse cuando López Obrador fue nombrado jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal en 2000.
Sheinbaum fue invitada por AMLO a colaborar en su gobierno, asumiendo un rol clave como secretaria de Medio Ambiente. Esta posición fue crucial, ya que le permitió trabajar en temas de desarrollo sustentable y políticas ambientales, dos áreas que, como se mencionó anteriormente, eran de gran interés para ella desde sus años en Berkeley. En esta etapa, Sheinbaum no solo consolidó su relación profesional con López Obrador, sino que también fortaleció su perfil como una funcionaria pública comprometida con el cambio estructural.
Durante su gestión en la Secretaría de Medio Ambiente, Sheinbaum impulsó varias iniciativas importantes, como la creación del sistema de transporte Metrobús y proyectos de reforestación en áreas urbanas. Estas políticas no solo tuvieron un impacto ambiental significativo, sino que también se alineaban con el enfoque progresista y socialmente responsable del gobierno de López Obrador.
También participó activamente en movimientos por la defensa del petróleo, destacando en las protestas contra la privatización orquestada por los gobiernos neoliberales.
El camino hacia la Jefatura de Gobierno
Con el tiempo, la relación entre Sheinbaum y AMLO se fue fortaleciendo. Su trabajo en la Secretaría de Medio Ambiente la posicionó como una colaboradora de confianza dentro del círculo cercano de López Obrador. Cuando AMLO dejó la Jefatura de Gobierno y comenzó su lucha por la presidencia de México, Sheinbaum continuó apoyándolo activamente, participando en sus campañas presidenciales en 2006, 2012 y 2018.
El respaldo de AMLO fue clave para que Sheinbaum, ya consolidada como una figura relevante dentro de la izquierda mexicana, se postulara a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2018. En esta campaña, Sheinbaum logró presentar una imagen de continuidad con las políticas progresistas de López Obrador, destacando su enfoque en temas ambientales, de justicia social y de combate a la corrupción.
Su victoria en las elecciones la convirtió en la primera mujer en ser electa como jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Durante su mandato, Sheinbaum ha implementado varias políticas en línea con las prioridades de la Cuarta Transformación, como el fortalecimiento de los programas sociales, la expansión del transporte público y la lucha contra la corrupción.
Este martes Claudia Sheinbaum recibirá la banda presidencial de manos de otra mujer fundamental en la lucha por transformar México: Ifigenia Martínez, figura disruptiva en el viejo PRI y protagonista de muchas batallas por la democracia.