En un juego emocionante, competitivo e intenso; los Pacers se impusieron por marcador de 111 – 110 a los Oklahoma City Thunder de la mano de su figura, la estrella de la duela Tyrese Haliburton; en el juego 1 de las finales de la NBA, en el campeonato del mejor basquetbol del mundo.
El primer duelo de las finales de la NBA, termino en dramatismo puro y emoción pues Thunder solo mantuvo la ventaja por 3 segundos en un juego intenso que hace mucho tiempo no se veía y con un estadio pletórico de al menos 18 mil fanáticos.
Los Oklahoma City Thunder mantuvieron un buen dominio del juego, pero la victoria en la duela se les escapo por desperdiciar dos posesiones clave durante el enfrentamiento.
Encabezados por el MVP de la temporada, Shai Gilgeous-Alexander, que firmó una memorable actuación con 38 puntos. Desde el primer doble hasta los minutos decisivos, los Thunder se mantuvieron firmes incluso después de sacar una ventaja de 15 puntos al inicio del último cuarto, amparados en un récord casi imbatible: 36 victorias y una sola derrota jugando en casa con esa clase de diferencia.
Pero Indiana no se entregó. Los Pacers pusieron en práctica un libreto que ya ejecutaron varias veces en su camino a la final: nunca rendirse, pelear hasta el final y aprovechar la oportunidad en el instante justo.
Haliburton había chocado toda la noche contra la muralla defensiva que erigieron Luguentz Dort y Alex Caruso. El base de los Pacers no encontraba ventajas ni espacios y, hasta ese último lanzamiento, apenas había acumulado 14 puntos (6 de 13 en tiros de campo, 2 de 7 en triples), 10 rebotes y 6 asistencias.
El partido parecía definitivo cuando Oklahoma mantenía nueve puntos de ventaja dentro de los últimos tres minutos, una sentencia casi absoluta en la historia de las Finales NBA: hasta este jueves, los equipos estaban 0-182 cuando perdían por 9 o más puntos en los últimos tres minutos, desde 1971. Indiana quebró esa estadística con una remontada sin precedentes.
Haliburton, al que tacharon de “sobrevalorado” durante el transcurso de la temporada, demostró en ese preciso instante por qué los grandes momentos están reservados para quienes asumen riesgos sin dudar. Recibió, se decantó hacia la derecha, encontró el mínimo espacio frente a Cason Wallace y lanzó sin titubear. La pelota pasó por la red y desató apenas un grito: el suyo, ahogando toda la furia del Paycom Center y acallando a los escépticos.
El acompañamiento ofensivo lo pusieron Siakam, máximo anotador de Indiana con 19 puntos, seguido por Obi Toppin (17), Myles Turner (15) y Andrew Nembhard (14), que junto a Haliburton sostuvieron un equipo que nunca perdió la esperanza, incluso cuando todos los pronósticos los daban como perdedores por una diferencia de 10 puntos.
El segundo partido se disputará este domingo, otra vez en Oklahoma City. Mientras tanto, Indiana Pacers ya grabó su nombre en la historia con la primera victoria en el contador, gracias al coraje y el liderazgo de Tyrese Haliburton.