“Toda la música que he hecho… ahora me pertenece… a mí” ha anunciado la compositora estadounidense, Taylor Swift, después de una ardua lucha para recuperar los derechos sobre la música en la que ella trabajó.
Este viernes, la cantante anunció que finalmente recuperó el control de discografía, después de 6 años cuando en junio de 2019, Scooter Braun, adquirió Big Machine Label Group, sello discográfico con derechos sobre los másteres de los primeros seis álbumes de Swift. En su momento, Swift denunció que la venta se realizó sin su consentimiento y que le fue negada la posibilidad de comprarlos.
Desde entonces, la batalla legal inició, con lo que Swift comenzó la serie de Taylor Version, o versiones regrabadas de sus canciones. A través de su mensaje, comentó que el actual logro de debe en mayor parte el apoyo de sus escuchas y seguidores:
“Mis fans saben lo importante que ha sido para mí, tanto que regrabé y lancé meticulosamente cuatro de mis álbumes, llamándolos ‘Taylor’s Version’”, externó en plataformas sociales.
“He estado rompiendo en llanto de alegría a intervalos aleatorios desde que descubrí que esto realmente está sucediendo. De verdad puedo decir estas palabras”
Según reportes de medios como People, “todo el crédito legítimo por esta oportunidad debe a los socios de Shamrock Capital y el equipo de gestión de Taylor con sede en Nashville únicamente”.
La negociación ocurre después de que, un año después de adquirir Big Machine Group, Braun vendió el catálogo a Shamrock Capital sin consultar a Swift. A pesar de todas las acciones de Braun, Shamrock Capital logró un acuerdo con la cantante.
Braun también fungió como productor y mánager de celebridades como Justin Bieber y Ariana Grande, todos quienes rompieron relación tras años de trabajo. Braun también ha sido señalado por ser abiertamente sionista, lo que ha llevado a protestas y denuncias en plataformas para que este no se involucre con otros artistas.