Este día, fueron anunciados los ganadores del Premio Nacional de Periodismo y entre los galardonados se encuentra Témoris Grecko Berumen Alegre en la categoría de Periodismo de Opinón y Análisis por “Ayotzinapa 9 años: militares y espías se mandan solos”. Publicado en el portal Pie de Página.
El trabajo de Témoris aborda los obstáculos que ha enfrentado la investigación en torno a los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. Destaca desde el inicio del texto que, a pesar del enorme respaldo hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, tener mayoría en las cámaras y de los gobernadores de los estados, no pudo doblegar al ejército ni a los órganos de la inteligencia federal.
También hace una crónica del proceso del compromiso del anterior presidente Obrador de resolver el caso, pero en cada investigación de la Fiscalía, los trabajos se topaban con las negativas del ejército, la Marina y el CNI, incluso llegando a cambiar su discurso y a defender a las fuerzas castrenses y chocar con su colaborador: Alejandro Encinas.
Al poco tiempo de saberse los resultados, en sus redes sociales, el mismo Témoris Gecko escribió: “ya salió la razón de mi insomnio… Premio Nacional de Periodismo en la categoría Opinión y Análisis”.
Del mismo modo, también fue reconocido el fotoperiodista de El Diario de Juárez, Fernando Rafael Méndez Media con la fotografía “Brinco a la Frontera”.
Durante el anuncio, el jurado del Premio Nacional de Periodismo detalló: “La imagen captura la compleja realidad de la migración en un instante, un migrante impulsado por la desesperación se lanza desde una cerca metálica coronada con alambre de púas, símbolo de las fronteras que dividen los territorios, pero no las esperanzas de un futuro mejor”.
Del mismo modo, el caricaturista Acelo Ruiz Villanueva por su cartón titulado “Búsqueda Imposible”, publicado en El Universal, referente al cierre de las investigaciones del Caso Ayotzinapa con la complicidad de las fuerzas armadas de México.
Al respecto, el jurado calificador detalló: El jurado abordó especialmente el tratamiento retórico inédito que presenta la obra, donde los expedientes del caso se transforman en surcos que los padres de los 43 estudiantes desaparecidos siguen labrando a pesar de la inmediata amenaza de un cierre abrupto en las investigaciones.