enero 30, 2025 5:46 pm
enero 30, 2025 5:46 pm

Plan Maestro para los Barrios de Analco y La Luz: alumnos UPAEP

(Boletín). Destacando la colaboración entre academia, comunidad y expertos en patrimonio, se presentó el Plan Maestro de los barrios históricos de Analco y La Luz en Puebla, un esfuerzo liderado por estudiantes y profesores de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP. Este proyecto busca preservar y revitalizar dos de los barrios fundacionales más emblemáticos de la ciudad, impulsando su desarrollo sostenible, económico y social mientras se respetan sus tradiciones y riqueza cultural.

El Padre José Víctor Morales Ortega, titular de la Parroquia del Santo Ángel de Analco, destacó la importancia de los barrios como “corazón de identidad cultural y social”. A su vez, el ingeniero Ricardo Anastasio Huerta Ávila, representante del Consejo Pastoral de la Parroquia de Analco, subrayó el papel clave de la comunidad en la cocreación de este plan, indicando que “el éxito del proyecto radica en la integración de las voces de los habitantes”.

Octavio Flores Hidalgo, profesor de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, presentó un diagnóstico integral de los barrios, destacando problemáticas como la turistificación descontrolada, la gentrificación y el abandono progresivo de inmuebles históricos. Estas dinámicas han deteriorado la calidad de vida de los habitantes y amenazado el patrimonio cultural de las zonas.

“Este proyecto no solo busca restaurar edificios, sino fortalecer la estructura social de los barrios mediante estrategias participativas que empoderen a los habitantes”, comentó Octavio Flores.

El proyecto fue desarrollado por estudiantes del séptimo semestre bajo la guía de profesores como el Mtro. Fernando Rodríguez Concha y el Dr. Octavio Flores Hidalgo. Incluyó la colaboración de expertos como el Dr. Andrés de ICOMOS y el presidente del Colegio de Restauradores, Pablo Durán Guzmán. Además, se realizaron recorridos y entrevistas con los vecinos para captar sus necesidades y perspectivas.

El plan maestro se enfoca en cinco ejes principales:

*Movilidad: Mejorar la conectividad y accesibilidad dentro de los barrios.

*Integración Social: Crear espacios que fomenten el sentido de comunidad.

*Desarrollo Económico: Promover actividades productivas y turismo responsable.

*Sostenibilidad Ambiental: Implementar prácticas urbanas respetuosas con el medio ambiente.

*Rehabilitación de Espacios Públicos: Priorizar la recuperación de áreas emblemáticas para el disfrute de la comunidad.

Entre los 18 proyectos propuestos destacan:

*Talleres artesanales para rescatar técnicas tradicionales.

*Viviendas estudiantiles e intergeneracionales que integren a diferentes sectores sociales.

*Centros culturales y educativos, incluyendo una ludoteca y un centro geriátrico.

*Parques urbanos y espacios verdes para mejorar la calidad ambiental.

*Participación Comunitaria y Educación

Fernando Rodríguez Concha enfatizó la metodología de diseño participativo utilizada en el proyecto: “El trabajo comenzó con un diagnóstico en campo, recorriendo los barrios junto con los vecinos para entender sus necesidades. Diseñamos soluciones junto a ellos, lo cual no solo fortalece los proyectos, sino también el tejido social”.

Por su parte, Adolfo Mila Rodríguez, en representación de los cerca de 30 estudiantes de la Facultad de Arquitectura que estuvieron involucrados en el Plan Maestro, destacó que el proyecto no solo representó un reto académico, sino una oportunidad para aprender del entorno real: “Fue un honor trabajar directamente con los vecinos y comprender la riqueza histórica y cultural que representan estos barrios”.

Asimismo, el Padre José Víctor Morales Ortega subrayó el valor de este tipo de intervenciones como una herramienta para fortalecer el sentido de comunidad y proteger los valores culturales: “Los barrios originarios son la base de nuestra historia, y su preservación es esencial para proyectarlos hacia un futuro más vibrante”.

Este Plan Maestro, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, promete ser un modelo para abordar los desafíos de otros barrios históricos en México y más allá. Los participantes expresaron su deseo de que este esfuerzo inspire a las autoridades y la sociedad a trabajar juntos por el bien común.

Dentro de ese orden de ideas, la turistificación afecta las dinámicas locales, ya que gran parte de los productos vendidos en el barrio no son elaborados por los artesanos locales, lo que reduce los beneficios económicos para la comunidad. “El 80% de quienes venden en Analco no son del barrio, lo que genera un usufructo externo del territorio”, puntualizó Flores Hidalgo.

El Padre José Víctor Morales, destacó la relevancia de dignificar las tradiciones y los oficios locales. “Es fundamental impulsar a nuestros artesanos, promoviendo sus productos en restaurantes y otros espacios comerciales. Una taza hecha con dignidad y diseño puede competir a nivel global”, afirmó.

Por su parte, Ricardo Huerta Ávila, representante del Consejo Pastoral de la Parroquia de Analco, enfatizó el papel de la red social que une a la comunidad. “A pesar de las carencias, el barrio cuenta con una sólida red social gracias a la evangelización, las tradiciones y costumbres que aún conservamos”, comentó.

Rodríguez Concha, profesor de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, explicó que el Plan Maestro está dividido en dos partes principales:

Intervenciones urbanas y patrimoniales: Mejoras en la calidad de la imagen urbana, movilidad, y la identificación de proyectos que transformen las condiciones del barrio desde su interior.

Proyectos detonadores: Se plantearon cerca de 30 iniciativas que incluyen intervenciones en infraestructura, espacios públicos y actividades culturales. Estos proyectos tienen un costo estimado de entre 100 y 120 millones de pesos, según cálculos paramétricos.

El Plan Maestro de los Barrios de Analco y La Luz representa una oportunidad para preservar la identidad de estos espacios históricos mientras se mejora la calidad de vida de sus habitantes. Como señaló el Padre Víctor Morales, “todos los sueños se pueden lograr con esfuerzo y unidad”. Ahora, el reto será transformar esta visión en acciones concretas que beneficien a las comunidades locales y promuevan su desarrollo integral.

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