Frente al avance de la inteligencia artificial (IA) y en un momento de acelerada transformación para la industria musical, Paul McCartney lanzó una declaración contundente por medio de una canción sin música. El exbeatle formará parte de una reedición especial del álbum Is This What We Want?, que incluirá un tema de 2 minutos y 45 segundos compuesto por sonidos ambientales. Bajo el título de “Bonus Track”, la pieza funcionará como una protesta ante la presión por flexibilizar los derechos de autor para alimentar sistemas automatizados.
Dichas medidas ocurren en un contexto donde los cambios tecnológicos han avanzado demasiado rápido. El World Economic Forum, estima que más del 40% de las habilidades necesarias en sectores creativos cambiarán para 2027, en tanto que la industria de IA podría alcanzar un valor de 407 mil millones de dólares el mismo año. Al mismo tiempo, las demandas por uso indebido de obras protegidas, incluidos catálogos musicales han aumentado debido a su uso sin autorización para entrenar modelos generativos.
La canción silenciosa de McCartney forma parte de la iniciativa del colectivo “Is This What We Want?”, que pretende impulsar la discusión global sobre el futuro de la creatividad en esta nueva era. La edición especial del vinilo, incluirá mil copias disponibles a partir del 8 de diciembre, integrando esta pieza como recordatorio de que la protección autoral es un elemento indispensable para la subsistencia de los artistas.
McCartney ha sido una de las voces más firmes contra el uso de material creativo para entrenar IA. Su inquietud no solo radica en la reproducción ilegal, sino en el riesgo de que algoritmos desarrollen canciones “al estilo de” un músico sin su autorización, disipando la identidad sonora e incluso la posibilidad de vivir de su trabajo. Esta propuesta está llena de simbolismos y funciona como una metáfora reflejando un estudio vacío, mostrando un futuro donde la creación humana se desvanece.
El objetivo de “Bonus Track” no es sonar en las listas de éxitos, sino advertir y replantear el equilibrio entre los derechos de autor y las innovaciones tecnológicas, de lo contrario, a pesar de contar con creaciones generadas, la industria podría quedarse con simplemente ruido y vacíos. El silencio del artista, es un llamado urgente a respetar la creatividad humana en tiempos dominados por algoritmos.