Hablar de un humor femenino sería retornar a los roles de género y los estereotipos que con esfuerzo se han tratado de borrar. Sugerir que el humor corresponde a determinadas características dependiendo del género sería limitante e irreal: a todo ello concordaron caricaturistas y artistas gráficas presentes en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El propio título de la mesa de diálogo –El humor femenino, una lucha por la libertad y el respeto– presentó una contradicción que fue inmediatamente abordada por las cinco artistas presentes: “el arte no tiene género, la expresión tampoco”, remarcó Elena Ospina, reciente ganadora del homenaje “La Catrina” 2025.
“Nosotrxs plasmamos lo que tenemos en nuestra cabeza, nuestras ideas, pero hay algunos problemas que nos conciernen a las mujeres y nosotras SÍ hablamos de ello y tal vez por eso nos califican como humor femenino”, explicó la creadora frente al cuestionamiento de las etiquetas.
Las clasificaciones son inevitables, en particular, en el mundo creativo y literario que intenta determinar para reconocer y vender, sin embargo la ruptura es esencial para que, en el contexto real, no sé reproduzcan los mismos discursos.
“A veces se interpretan estos temas como feministas”, explicó la artista, Andrea Arroyo, recordando que desde su obra explora temas de medio ambiente, de justicia, del amor y la equidad; ninguno de los anteriores son inherentes a las mujeres o diversidades sino a la experiencia humana.
Nani, otra de las artistas ponentes y autora de Magola, expresa que lo que las artistas hacen es crear mujeres reales, una forma de la expresión distinta a la tradición dominante, es decir, la del patriarcado.
La clave es entender que lo feminista abarca la complejidad y lo multifacetico: Así como llorar no on es exclusivo de las mujeres sino una acción universal que ha querido ser delimitada a un género, hablar de política, abarcar estilos crudos, narrar desde la indignación, no son aspectos exclusivos al hombre.
“El feminismo no es nadamas dibujar sobre feminismo”, recalca Nani, consciente de que hablar de feminismo es hablar de derechos, humanidad y empatía.










