«Un gato es la única posibilidad de acariciar un tigre», Carlos Monsiváis.
En este Día Mundial del Gato, queremos recordar una nota que publicamos en 2020, con motivo del décimo aniversario luctuoso del escritor y periodista mexicano, Carlos Monsiváis Aceves, cuyo amor por los gatos es casi tan conocido como la grandeza de sus letras.
La camarilla peluda del entrañable maestro es parte importante de las memorias de las memorias zoológicas de nuestra nación:
Por Claudia Hernández
Curiosos eran los nombres con los que Monsiváis decidía «bautizar» a cuanto minino adoptaba, trece fueron los que lo acompañaron durante sus últimos días, sin embargo, se dice que llegaron a ser más de veinte con los que el autor de Apocalipstick convivió, aquí, en la tierra.
Pío Nonoalco, Fray Gatolomé de las Bardas, Mito Genial, Miss Antropía, Catzinger, Peligro para México, Miau Tse Tung, Chocorrol, Eva Siva, Miss Oginia, Voto de Castidad, Caso Omiso, Posmoderna, Fetiche de Peluche, Monja Desmatecada, Ansia de Militancia, Carmelita Romero, Nana Nina Ricci, Zulema Maraima, Fobia, Victoria Sobre el Fraude, Rosa Luz Emburgo, Recondita Armonía, Copelas o Maullas, entre otros, fueron los nombres de sus compañeros.
El primer gato de Monsiváis
La historia cuenta que, a la edad de 10 años, Carlos recibió a su primer michi en total desaprobación de su madre, la señora Esther, quien impidió que el morrongo entrara a su hogar. Tiempo después, posterior a sus vacaciones y a la llegada de Monsiváis a su casa, se enteró de que Doña Esther, había regalado a su mascota.
El amor por los felinos no acabó ahí, sino todo lo contrario. Recibió a otros dos o tres en su patio, claro, y por los que le pedía media hora a su madre para poder visitarlos, relató en una entrevista la “tía María” de Monsiváis, quien además confesó que, a la muerte de su hermana, Carlos “abusó”, puesto que dejó que una gran cantidad de gatos entraran a la casa, llegando a albergar a trece.
Monsiváis en su apogeo
Asimismo, Doña María afirmó que entre las personas que le habían regalado gatitos se encontraba Blanca Guerra y Octavio Paz, este último, mencionó, se lo obsequió como señal de reconciliación, después de una discusión entre Paz y Monsiváis.
Otra de las anécdotas que recordó durante la entrevista y que, obviamente, era de tema felino, fue que entre las múltiples y famosas visitas que llegaban a la morada del escritor, un día un empresario llamado Carlos Slim lo visitó, y sin que este se diera cuenta, uno de los michos lo orinó, y si, así se fue.
Diversos colegas más cercanos a Monsiváis han relatado la manera especial en que éste trataba a Mito Genial: le leía antes de dormir, le enseñaba el abecedario, le platicaba, susurraba e incluso le daba regalos. Curiosamente y como si se «adelantara», Mito falleció dos días antes que su dueño.
Se dice que cuando el autor de Los Rituales del Caos perdía a un integrante, lo enterraba en su jardín, le guardaba luto y se entristecía al grado de suspender actividades hasta que lograba recomponerse, y así fue hasta que un 19 de junio de 2010 los abandonó. O al menos, eso creemos.
