La película de Lilo & Stitch, adaptación del clásico homónimo animado de Disney está teniendo un éxito distinguido en las salas de cine, producto de la nostalgia y el cariño a los personajes con los que algunas generaciones crecieron. No obstante, entre la narrativa del filme, se han encontrado discursos propagandísticos imperialistas y colonialistas, según señalan usuarios en redes.
Después del estreno del filme dirigido por Dean Fleischer-Camp y escrito por Chris Kekaniokalani Bright y Mike Van Waes, si bien los numerosos de audiencia han sido favorables, algunos internautas no pasaron por desapercibido las intenciones de cambiar el mensaje original del filme en propósito de una agenda que normaliza la ocupación estadounidense en Hawaii.
La crítica yace una decisión en particular, vital en las dinámicas de los personajes y para la propia historia: mientras en la versión animada de 2002 se enfatiza la lucha de Nani por evitar la separación familiar, la adaptación decide que esta debe dejar a Lilo en manos de protección infantil para estudiar en una prestigiosa institución fuera de Hawaii.
Esta decisión , aunque aparentemente pequeño, cambia drásticamente la idea del filme original con el que se hacía hincapié en la unión de una familia no convencional frente a los sistemas externos, que aunque con aparentes buenas intenciones, se presentan como salvadores de las comunidades de Hawaii. No hay que olvidar el continuó lema del filme original: “Ohana significa nadie se queda atrás».
Si bien en su momento Lilo & Stich de 2002 recibió señalamientos por la exotización de la cultura y el mal uso del término “Ohana”, el filme fue valorado por su por abordar las problemáticas consecuencia del imperialismo estadounidense de manera sútil, además de presentar un retrato de los nativos Hawaianos.
La versión de 2025 parece olvidar todo ello, en lo que parece ser una respuesta al clima político actual, con un preocupante retorno al conservadurismo y a los discursos colonizadores disfrazados de proteccionismo. Mientras se continúa recaudando más de 183 millones de dólares en Estados Unidos y ya se proyecta una secuela, numerosas personas continúan cuestionando la narrativa del filme.
