La maestría en Electrónica del INAOE cumple 50 años

La maestría se creó en 1974 como una de las áreas del Instituto fundado por Guillermo Haro en 1971. Actualmente se enfoca en diseño de circuitos integrados, microelectrónica, comunicaciones e instrumentación.

La maestría en Electrónica del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), centro coordinado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), próximo a convertirse en Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), cumple 50 años formando recursos humanos de alto nivel para la academia y la industria nacional e internacional.

La maestría en Electrónica del INAOE se creó en 1974 como una de las piezas fundamentales del Instituto que tres años antes, en 1971, había fundado Guillermo Haro Barraza. Cientos de alumnos han egresado de este programa de excelencia. Es uno de los primeros programas de su tipo en México.

Dos de los primeros egresados de la maestría fueron los doctor Mariano Aceves Mijares, investigador Emérito del INAOE, y Arturo Sarmiento Reyes, quienes hablan sobre los inicios e historia del programa:

En la actualidad, informa por su parte el doctor Luis Hernández Martínez, coordinador de Electrónica, en la maestría se cultivan cuatro líneas de generación y aplicación del conocimiento (LGAC): diseño de circuitos integrados, microelectrónica, comunicaciones e instrumentación.

Durante estos 50 años, agrega, aproximadamente 780 alumnos se han graduado del programa. De estos, “un alto porcentaje trabaja en la industria nacional y en el extranjero y de los demás un 60 por ciento continúa en el doctorado. Afortunadamente todos tienen cabida en la industria y en la academia”.

El doctor Hernández subraya que además del conocimiento general en el área de Electrónica, los alumnos se especializan en alguna de las cuatro áreas mencionadas y “pueden fácilmente atacar un problema”.

El doctor Roberto Murphy Arteaga, investigador de la Coordinación de Electrónica del INAOE y quien egresó de la maestría en 1988, recuerda: “Cuando yo empecé en 1986 eran muy pocos los que querían estudiar pero eso se debía a la situación del país. En mi generación fuimos diez estudiantes en el propedéutico y terminamos cuatro, de los cuales dos sacamos el grado. Esto fue evolucionando lentamente hasta que llegó el doctor Alfonso Serrano como director e impulsó mucho los posgrados. Hubo una época en cual teníamos más de 200 solicitantes, de los cuales aceptábamos del orden de 40, esto nos permitía escoger a los mejores. Esto duró hasta el 2010 cuando empezó a bajar la demanda de manera importante, y hoy en día la demanda ha bajado mucho pero ello no se debe a que el programa sea de mala calidad sino a que muchas instituciones ofrecen beca Conahcyt y esto hace que muchos alumnos estudien cerca de su casa y ya no se trasladan al INAOE”.

Para el doctor Murphy, la fortaleza de la maestría radica en sus cuatro LGAC: “En el país los estudiantes de licenciatura casi no ven diseño de circuitos integrados y  microelectrónica. La mayoría salen de licenciatura con especialidades en instrumentación electrónica  y comunicaciones. Hoy en día, con el impulso que se le quiere dar a la industria de los semiconductores, las líneas de microelectrónica y diseño de circuitos integrados son fundamentales. Siempre lo han sido, tenemos una gran cantidad de egresados que trabajan en el campo de los semiconductores y los diseñadores del INAOE son muy apreciados en otros lugares de México y del extranjero”.

Interrogado sobre los retos hacia el futuro, el doctor Murphy resalta: “Tenemos que redefinir las líneas de generación y aplicación del conocimiento para modernizarlas. Hay una gran cantidad de actividades en electrónica que no estamos contemplando y que tienen que ver con desarrollos de aplicaciones con el Internet de las Cosas, con comunicaciones a muy altas frecuencias y todo esto implica un cambio de enfoque sobre lo que estamos enseñando en la maestría, se puede lograr, tenemos que ser atractivos a las nuevas generaciones para poder formar recursos humanos preparados en estos campos que en estos días ya son muy demandantes”.

Finalmente, el Alfonso Torres Jacome, investigador de la coordinación de Electrónica, relata que la maestría ha evolucionado al ritmo de la Electrónica: “El programa comenzó como una maestría multidisciplinaria, de hecho comenzó con el Laboratorio de Microelectrónica. Por ejemplo, estaba el doctor R. K. Pandey, con quien entré a trabajar, quien se dedicaba al crecimiento y caracterización de materiales ferroeléctricos para memorias. Lo mismo que el crecimiento de cristales de materiales de los grupos II-V para aplicaciones en optoelectrónica que empezaban a tener una gran aplicación y se empezaba a hablar de comunicaciones vía fibra óptica. El doctor José de la Luz Martínez llegó para impulsar el área de celdas solares y Jaime Rodríguez Angulo la de circuitos híbridos. Por supuesto el diseño de circuitos ha sido toda un escuela en el INAOE, en particular gracias al doctor Edgar Sánchez Sinencio, quien impulsó el diseño de circuitos analógicos”.

En la actualidad, puntualiza, el silicio se ha vuelto parte fundamental de todos los procesos y ha seguido evolucionando: “Ahora hay grupos de trabajo de electro-óptica u optoelectrónica en base de silicio, como el liderado por el Mariano Aceves”.

Por un tiempo, informa, no se contó con el implantador de iones para los procesos de fabricación de circuitos integrados, por lo que se dedicaron a hacer otro tipo de materiales, todos compatibles con el silicio: “Ahora todo tiende a la integración, a hacer sistemas en un chip, a tener sistemas integrados. Todo nuestro trabajo de materiales se ha dirigido a hacer materiales compatibles con la tecnología de fabricación de silicio. Así hemos incursionado en las áreas de materiales amorfos y polimorfos, y buscado nuevas aplicaciones como detectores ópticos, detectores de infrarrojo también con materiales amorfos que nos dan la posibilidad de tener materiales con propiedades hechas a la medida de la aplicación. Lo mismo que también materiales para la recolección de energía, es decir, recolectar la energía que se disipa por el calentamiento de los aparatos eléctricos. Hemos propuesto arreglos de generadores termoeléctricos que pueden colocarse donde están los microprocesadores de los chips  para recuperar parte de esta energía que se disipa en calor para que alimente todo el sistema. También se han desarrollado dispositivos ultrarrápidos y de ondas milimétricas”.

La perspectiva actual, asevera el doctor Torres, es trabajar en lo que se ha dado en llamar “Más allá de la Ley de Moore”: “Se menciona que la Ley de Moore está en un impasse pero en realidad lo que se está haciendo es darle al silicio una nueva funcionalidad, que no sólo “piense” sino que actúe e intervenga y sienta. Se trata de obtener circuitos integrados que ahora tengan sensores y actuadores para que puedan resolver problemas de comunicación inmediata con el medio ambiente. Un ejemplo de esto es el manejo autónomo, el cual requiere circuitos de muy alta frecuencia, comunicaciones de alta calidad así como actuadores, sensores y detectores. Esto es lo que estamos proponiendo para ir actualizando tanto las materias como el contenido y la diversidad de todo lo que se hacemos”.

Para concluir, destaca: “Sin lugar a dudas nuestra maestría es una de las mejores en el país y con alta calidad que compite con cualquier posgrado en nuestras áreas con las universidades del primer mundo”.

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