Javier Bátiz, de Tijuana a la CDMX del 68

Desde muy joven, Javier Bátiz aprendió a tocar la guitarra influenciado por los ritmos que llegaban de la frontera norte, donde conoció el rock y el blues. Fue en el año de 1963 cuando viajó a la Ciudad de México, donde encaminó su carrera.

Pasadas varias horas del fallecimiento del músico Javier Bátiz, la respuesta a la noticia ha mostrado la tristeza en el rock mexicano a través de sus protagonistas y narradores. Fue su esposa, Claudia Madrid, quien escribió:

“Queridos amigos y familia, para informarles que nuestro adorado y querido, mi esposo Javier Bátiz, trascendió el día de hoy. Su legado y su música queda para la eternidad. Te amo amor mío. Vuela alto mi ángel”, escribió Claudia Madrid.

Batiz fue originario de la ciudad de Tijuana en el estado de Baja California, el 3 de junio de 1944. Desde muy joven aprendió a tocar la guitarra influenciado por los ritmos que llegaban de la frontera norte, espacio donde conoció el rock y el blues. Fue en el año de 1963 en el que viajó a la Ciudad de México, donde encaminó su carrera, y para 1968 ya se había convertido en la principal figura del blues en México.

Al año siguiente, Bátiz tuvo su primer concierto masivo en la misma capital, conocida en aquel entonces como Distrito Federal en la Alameda Central y, de acuerdo a testigos de la época, tocó ante un aforo de más de 18 mil personas.

A la par de su carrera en los escenarios, encaminó artísticamente a personajes como Carlos Santana, Alex Lora, Abraham Laboriel, Fito de ña ärra (CAnned Heat) y Guillermo Briseño.

Pero su carrera se vio afectada por la persecución de los gobiernos priistas de los años setenta del siglo veinte, cuando el rock fue vetado de las estaciones de radio y los conciertos masivos dejaron de celebrarse por orden de la misma presidencia.

Con mucha constancia y desde su natal Baja California, continuó con su música, incluso en el año 2003 sacó los seis volúmenes del disco “Baúl del brujo”, a la que le siguió en 2005 “A las sesiones de Bátiz”.

Ahí no se detuvo y continuó con el disco “El brujo USA” en 2008, de la mano de la primera proyección del documental “Hecho en México” de Fito Parra en los Estados Unidos.

En 2015, Bátiz volvió con el disco “El laberinto del Brujo”, y para 2017 celebró 60 años de carrera en la música con una presentación y homenaje en concierto sinfónico al lado de la Orquesta Filarmónica Metropolitana de la Ciudad de México. Las celebraciones no terminaron ahí, y el Congreso de Baja California le otorgó en 2024 un reconocimiento a su carrera.