El estudio destaca un hallazgo particularmente interesante: la alineación solar de la Capilla Real coincide con la «orientación sagrada» identificada en la antigua ciudad mesoamericana de Teotihuacán.
Un estudio reciente publicado en el Journal of Astronomy in Culture explora las intrigantes orientaciones de los edificios dentro del complejo franciscano de San Gabriel Cholula, en Puebla. La investigación, realizada por el astrónomo e historiador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica , Arturo Gómez Ruiz, y el historiador del arte Antonio Molero Sañudo, arroja luz sobre una divergencia única en las alineaciones de las estructuras construidas por los misioneros franciscanos en el siglo XVI en la ciudad de San Pedro Cholula.
El estudio destaca un hallazgo particularmente interesante: la alineación solar de la Capilla Real coincide con la «orientación sagrada» identificada en la antigua ciudad mesoamericana de Teotihuacán. Este descubrimiento actualiza nuestra comprensión de la arquitectura franciscana y apunta hacia una posible conexión de conocimientos entre los frailes franciscanos y las culturas indígenas de México.
“Aunque la propuesta de la similitud de la orientación de la Capilla Real de Cholula con la de Teotihuacán ya había sido propuesta por el geógrafo alemán Franz Tichy en los años 70 del siglo XX, nuestra contribución ha sido constatar que tal asociación se da con la llamada orientación temporal y no la espacial que fue originalmente señalada”, indicó Arturo Gómez. “Es decir, son las fechas de alineación solar y no la orientación relativa a los puntos cardinales lo que relaciona a la Capilla Real con la orientación sagrada de Teotihuacán”, puntualizó el investigador.
Las fechas de alineación solar reportadas en la investigación son: 12 de febrero y 28 de octubre para las salidas solares; 28 de abril y 13 de agosto para las puestas. Estas fechas son similares a las alineaciones solares determinadas para la pirámide del Sol de la mencionada urbe prehispánica, que los arqueoastrónomos han relacionado al calendario ritual de 260 días. El artículo presenta fotografías de la alineación solar en estas fechas, excepto el 13 agosto cuando es muy difícil capturar una puesta solar debido a las lluvias del verano. Estudios previos desde la arqueoastronomía y la etnohistoria han asociado estas fechas con el calendario agrícola mesoamericano, que también tiene su origen en épocas prehispánicas y que sigue vigente en las comunidades dependientes del campo, haciéndose patente en las principales festividades religiosas como el día de muertos que estamos celebrando en estos días, siendo que en algunos lugares del centro de México tales fiestas inician justo el 28 de octubre.
En contraste, el otro edificio del complejo, el templo conventual dedicado a San Gabriel Arcángel, presentó una alineación hacia fechas que no es evidente relacionar a una inspiración prehispánica. Dentro de las posibles interpretaciones de su alineación solar están: una de las definiciones de equinoccio, la fiesta al santo patrón y las fechas movibles de la semana santa. Por otra parte, se encontró un fenómeno de haz de luz hacia el interior del templo que es consecuencia de la alineación con la puesta solar los días 13 de marzo y 29 de septiembre. En el atardecer de tales días un haz de luz proveniente del óculo de la fachada de la iglesia ilumina el altar principal del templo. Sin embargo, hace falta una indignación más profunda para demostrar si el fenómeno es intencional y en tal caso desvelar su significado.
Lo que ha revelado este estudio es que las orientaciones de los edificios principales del complejo conventual franciscano divergen entre sí y con respecto a la traza la ciudad y de la orientación de la Gran Pirámide adyacente, estas últimas con alineaciones solsticiales de acuerdo a estudios anteriores. Más aún, los documentos históricos y las indagaciones arqueológicas señalan que mientras el templo conventual fue levantado sobre las ruinas del Templo de Quetzalcóatl, la Capilla Real fue erigida en el lugar donde se encontraba la llamada “casilla especial” de investidura de poder, elemento arquitectónico de origen teotihuacano, lo que da más sentido a la orientación solar encontrada. “Bajo este contexto emerge un panorama arqueoastronómico más complejo del que antes teníamos conocimiento para la ciudad milenaria de Cholula, y que colateralmente incrementa el valor de la región cholulteca como destino de turismo cultural”, añadió el astrónomo.
“Los hallazgos de este estudio también tienen implicaciones significativas para nuestra comprensión sobre la presencia de los frailes franciscanos y sus interacciones con las culturas indígenas de México, sobre todo en el contexto de las reflexiones sobre los quinientos años del arribo de los llamados primeros doce, conmemorado este año 2024. Al examinar las decisiones arquitectónicas tomadas por los franciscanos, podemos llegar a un entendimiento más profundo de la compleja dinámica de intercambio e integración cultural y las formas en que estas interacciones influyeron en las prácticas religiosas y la construcción de monumentos”, finalizó el Dr. Gómez.