15 años antes de fallecer, García Márquez vertió su pluma literaria en lo que sería su última ficción. La obra no pretendía salir a la luz, la decisión de Márquez había sido definitiva al no considerarla adecuada o suficiente para ser publicada. No obstante, 10 años después, en una sala de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), algunas de sus páginas son compartidas en la voz del actor José María de Tavira.
Los mismos presentadores se hacen la pregunta: ¿Por qué hacer esta publicación a pesar de la negativa de Márquez? ¿Es correcto? Sin sumergirse tanto en la pregunta que demanda cuestionar la ética detrás, Maura Gómez, Laura García y de Tavira responder desde su propia experiencia y aportación en la unión de las piezas que involucraron este proyecto de recuperación.
“Es un texto al que ya estaban teniendo acceso los académicos” relató el actor, quien se encargó de dar voz en el audiolibro. De Tavira, de hecho, cuenta que la intención principal para la familia de Gabo fue que el texto saliera de los círculos cerrados o privilegiados y llegara al público lector. Si la obra ya estaba teniendo una exposición reducida, por qué no democratizar su acceso.
Todo esto se explaya dentro de un prólogo, nos explicaron los ponentes; en dichas páginas, los hijos de Gabriel aclaran el porqué de llevarla la contraria a su padre -algo que es quizá la reacción más natural en las relaciones padre-hijos-, pero más que nada para pedir perdón por no dejar que la última narrativa del emblemático escritor se quedara en borradores.
“Lo justifican muy bien y de hecho lo hacen por ustedes, por nosotros los lectores, es un guiño que hacen por el placer de los lectores, de las letras (…) Merecía la pena llevarle la contraria”
Esta obra que versa en temas de liberación, sexualidad, y cuestionamientos generacionales y de las personas con las que los personajes se relacionan, es también una forma de explorar la pluma de un Gabriel en sus 70-80 años, que no es el mismo que escribió Cien años de Soledad o Amor en tiempo de Cólera. Desde este ángulo, otra lectura se puede hacer de la obra.
Las páginas de esta obra de Gabo no tuvieron un final definitivo, ya que la intención original del escritor era crear 5 partes de las que solo tres fueron terminadas. A pesar de eso, tal vez un final pueda ser inferido por el lector y acompañado por la voz de José María de Tavira, quien finalizó la presentación con una lectura colectiva.