El feminismo antiespecista, la relación de Sor Juana Inés de la Cruz con los volcanes y la vanguardia del cine mexicano a cargo de mujeres arriesgadas fueron los temas de una de las mesas del Congreso Internacional de Literatura Mexicana.
Así, con la moderación de Ramón Alvarado Ruiz, comenzó el diálogo con la escritora con especialización en estudios feministas Maite Zubiaurre. Comenzó afirmando, “La querella de las mujeres no es del pasado, se dispersa en el presente”.
Entre los feminismos, dijo, es particular el caso del Feminismo decolonial; en su relación con la tierra se conciben los feminismos antiespecistas, formas de resistencia entre y para todas las hembras.
Los animales deben ser individuos con pleno derecho de derechos humanos y no humanos, el camino de esta liberación es el camino de la liberación humana.
El antiespecismo no tiene marca de género, pero las feministas se han unido a esta lucha. En España, surgen movimientos políticos, en su mayoría formados por mujeres… Las hembras son las que sufren las mayores penas, y violencia. En el machismo, a las mujeres y a las hembras, busca explotar.
En su ponencia, refirió el maltrato a los animales, vistiéndolos como personas, consumiendo su carne y abusando de ellos. Las antiespecistas equiparan la trata con el tráfico de animales por su carne, iniciativas como la “red vegana antiespecistas” emprende luchas en contra de las representaciones violentas de los animales, como lo es la caza o las peleas, viéndolos como seres sintientes a los que les causamos sufrimiento.
“Las feministas forman grupos para apoyar la lucha. Con santuarios para animales donde puedan pasar su vida”
En la siguiente presentación. el escritor e investigador de la obra de Sor Juana Inés de la Cruz, Jorge Gutiérrez Reyna, presentó la ponencia “Sor Juana Volcánica”, remarcando la importancia de los volcanes para la creación de la nación mestiza mexicana: “Desde el siglo XIX, ha sido retratada su leyenda, y poetas y escritores han difundido su historia”, dijo.
“Se ha pensado en la relación entre los volcanes y la décima musa. Además, muchos de los que la han estudiado han integrado en su biografía, los paisajes de su infancia, aunque en su poesía aparecen poco”, añadió.
Sobre la relación de Sor Juana con los volcanes, primero aparece un volcán imaginario en sus sonetos y otro en su villancicos para Puebla, “y una de sus estrategias fue hacer chistes regionales de poblanos”.
En su obra, el Popocatépetl es el pecado y el Iztaccíhuatl la pureza de María: “Pero quién inventó el símbolo de Sor Juana Volcánica fue Juan Ignacio Castorena y Ursúa, su interés era enaltecer su tierra y la mayor muestra de orgullo fue Sor Juana. Y remarca la relación con los volcanes, como el Parnaso inspirador de la Décima Musa”.
Posteriormente, otros artistas remarcaron esa relación. “En “Silueta de Sor Juana Inés de la Cruz» de Gabriela Mistral también habló de la relación con los volcanes. Así, biógrafos y escritores dieron gran importancia a los volcanes de su natal Nepantla”.
Finalmente, en la ponencia “El tiempo de las directoras, consideraciones sobre el cine mexicano”, Ignacio M. Sánchez Prado, mostró cómo, en 2025, hay menos directoras mujeres por la absurda visión de la derecha, calificando su trabajo como wokismo, cuando ellas representan lo más arriesgado en técnica, historias y producciones de la industria mundial.
En México, las mujeres preponderan en el documental, pero tienen poca presencia en la ficción. Desde hace unos años, las directoras han sido las que destacan más, hubo una gran revolución en los noventa, pero en el Ariel del 20 al 24, sonaron nombres como Fernanda Valdez, Tatiana Huezo y Lusiana Caplan. Por otro lado, Alfonso Ruiz Palacios es el único mexicano que ha destacado en los últimos tiempos.
En el cine mexicano, las directoras cuentan grandes historias porque han acompañado el movimiento feminista y momentos sociales; “Sin Señas particulares” y “la Caída” lo muestras. También se arriesgan con las historias de las mujeres indígenas, además hay una revolución cinematográfica, pero la crítica les niega la representación estética.
Otro fenómeno son las plataformas, con medios como Netflix, cuya expansión ha sido positiva para la producción global con más de mil millones de dólares invertidos México: “Se ha demostrado que es falso que la gente no quiera ver mujeres directoras”.
El auge en la creación por mujeres también se beneficia del hartazgo con géneros como el de súper héroes; “las mujeres son innovadoras, con riesgos estéticos.
Lila Avilés con Tótem entró muy fuerte con “la Camarista”, y trascendió con el corte “Ojo dos veces boca”. Michelle Garza Cervera ha ido por el terror, el gótico. Y Urzula Barba Hopfner, directora de “Corina”, se arriesga con temas delicados tocando comedia”.










