Gracias a la investigación y labor paleográfica de la doctora Alma Corona Pérez, los escritos de Doña Joana de Irazoki sobre su vida y su cercanía a la “China Poblana» pueden ser leídos por las nuevas generaciones en el libro «Doña Joana de Irazoki, Tejido narrativo barroco Siglo XVII”.
“Nos trasladamos al siglo XVII del esplendor del barroco poblano”, con esas palabras de la doctora Diana Hernández Juárez comenzó la presentación del libro “Doña Joana de Irazoki, Tejido narrativo barroco Siglo XVII” de la doctora Alma Guadalupe Corona Pérez durante la Feria Nacional del Libro de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Fenali BUAP).
La presentación contó con la presencia de la directora de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, Josefina Manjarrez Rosas, quien aprovechó su intervención para expresar: “somos mujeres investigadoras y ahí radica la importancia de esta investigación. Las mujeres estamos produciendo muchos textos”.

Con el mismo tono, detalló cómo el libro es resultado de una labor de paleografía para el rescate de un texto de una mujer del siglo XVII, el siglo del barroco, el cual no ha sido suficientemente estudiado; “la época virreinal, una época donde Puebla es universal”, dijo.
Sobre el contenido, el escrito aborda temas religiosos, aspectos del misticismo del siglo XVII, “donde interviene el discurso de la mujer y del enfoque religioso”, precisó la doctora Manjarrez.
“El relato parte desde la infancia (de Doña Joana) y su crecimiento. También se reflejan aspectos de la vida virreinal, históricos y sociales; se conocen iglesias como La Compañía, el Carmen, el Espíritu Santo. Pero también habla del ‘deber ser de la mujer’; que cumpla las normas de género, que no debe salir ni tener amigas, limitarse a su hogar. Pero en el caso de la autora, reflexiona sobre esto, así como la filosofía de la época”.
Otro detalle es el vínculo de Doña Joana de Irazoki con Catalina de San Juan, recordada como la China Poblana, “ambas mueren en el mismo año, a quien (Doña Joana) consideraba un ejemplo de vida, ambas fueron enterradas en el mismo espacio (en la Iglesia de La Compañía). Estas mujeres piadosas fueron por muchos años silenciadas por la iglesia y la sociedad masculina. Es parte de las mujeres que decidieron escribir”.
Por su parte, la doctora Alicia Ramírez Olivares dijo que esta es una investigación de décadas, “es un libro importante para quien estudia la época novohispana, la doctora Alma lo encontró, lo paleografió y esperamos la tercera parte”.

«Doña Joana fue una mujer destacada del siglo XVII, cercana a la China Poblana. Alma nos lleva de la mano para situarnos en el barroco de las Indias. Es un manuscrito de 650 fojas, escrito del 1686 al 1687. En el texto se distinguen tres voces, incluyendo otra mujer, un religioso y la de ella”.
“A su muerte, se buscó acallar su vida junto con la de la China Poblana para combatir el culto que comenzó a tener como santa”, añade la maestra Alicia.
Así mismo, la doctora Diana Hernández Juárez, expresó que la obra lleva al lector al siglo XVII: “el sentido femenino sobre el sufrimiento es algo que está unido a todas las épocas en el discurso de las mujeres. Escribir en la Nueva España era un dolor de dos partes, porque la escritura iba de la mano con la penitencia”.
Por último, la doctora Alma Guadalupe Corona tomó la palabra, recordando sus años como preparatoriana en la BUAP: :Si este salón hablara me llevaría a mis días de preparatoria, aquí teníamos clase como estudiante, teníamos que llegar muy temprano, si no, nos tocaba estar sentados en el suelo”, recordó la doctora, cuando el Salón Verde del Edificio Carolino servía de aula.
“Han sido décadas de trabajo intenso”, añadió sobre el libro, “era una investigación muy barroca, con momentos oscuros cuando quedaron inhabilitadas las bibliotecas La Fragua y Palafoxiana por el temblor de 1999, pero pude tener acceso después de mucho tiempo a la carta”.
También reconoció al religioso que conservó el documento que sirvió para su estudio: “El padre Pedro Gallardo, además de ser confesor era escribano, era un padre inválido, que sabía de la escritura”.
La obra de las y los investigadores para rescatar los escritos de las mujeres, es “como un homenaje a las mujeres de hoy y las que vienen, vean que nuestro pasado es de oro, escrito en el Archivo General de la Nación, en nuestras bibliotecas, la historia es importante para nosotros, no podemos olvidarla, es nuestra máxima maestra”.