El pasado fin de semana, la ciudad de Puebla fue sede del Smash Factor Fest 12, el torneo de videojuegos de pelea más grande de Latinoamérica. Más allá de los combates entre los mejores jugadores del continente, el evento también se convirtió en un espacio para reflexionar sobre los derechos de los consumidores en el mundo digital.
Durante el festival, Info Quorum conversó con varios desarrolladores de videojuegos independientes para conocer su opinión sobre la iniciativa Stop Killing Games, un movimiento nacido en la Unión Europea e impulsado por el creador de contenido y activista digital Scott Ross. La propuesta busca evitar que las empresas de videojuegos apaguen servidores y eliminen el acceso a juegos que ya han sido comprados, sin ofrecer alternativas como modos offline o copias locales.
En palabras simples: proteger a quienes compran videojuegos digitales para que no pierdan el acceso a su contenido, incluso años después de haberlo adquirido.
Léase:
https://infoquorum.com/cultura/la-batalla-por-frenar-la-muerte-digital-de-los-videojuegos-stop-killing-games/
Voces independientes a favor del derecho a conservar tus juegos
Uno de los estudios entrevistados fue Outrise Studios, creadores de Donut Riders, un juego de carreras poco convencional con combates y exploración en mundo abierto. Para sus desarrolladores mexicanos, la iniciativa es fundamental:
“Nosotros también creemos que cada que compras un juego, debe ser del jugador. Algo muy importante para nosotros es que los jugadores tengan la confianza de que su juego será lo más disfrutable posible. Sin los jugadores no somos nada los desarrolladores, entonces qué mejor que tratarlos bien, darles lo mejor y siempre estar en comunicación con ellos”.
Donut Riders ya está disponible en acceso anticipado en Steam y cuenta con una comunidad activa en Discord, donde los propios desarrolladores escuchan directamente a su audiencia.
El reto de publicar en plataformas dominadas por grandes compañías
Por su parte, Oribe Ware Games, estudio detrás de Mostroscopy —un título de peleas con estética retro, monstruos y luchadores enmascarados inspirado en el cine mexicano de los años 50— también mostró su preocupación por la fragilidad del acceso digital:
“Nosotros también creemos que cada que compras un juego, debe ser del jugador. Algo muy importante para nosotros es que los jugadores tengan la confianza de que su juego será lo más disfrutable posible. Sin los jugadores no somos nada los desarrolladores, entonces qué mejor que tratarlos bien, darles lo mejor y siempre estar en comunicación con ellos”.
El estudio señala que aunque las grandes empresas argumentan que ofrecer ejecutables descargables puede fomentar la piratería, el verdadero trasfondo de esta resistencia es económico.
Mostroscopy se encuentra disponible en Steam, Xbox y Nintendo, y fue uno de los títulos más llamativos del evento por su original propuesta visual y jugabilidad fluida.
Una apuesta por la conservación y la propiedad
Finalmente, el creador de Glory Hunters, un juego nuevo de 8 bits desarrollado especialmente para la consola Game Boy, también expresó su respaldo a la iniciativa:
“Creo que ya es justa y necesaria. Cuando compras algo, no de repente en un año o en seis meses van a tu casa y te lo quitan. No es solo por lo que pagaste, sino por la conservación de los títulos. Es parte de la historia del videojuego”.
Glory Hunters destaca por mezclar mecánicas modernas en un formato clásico, y su creador ha logrado conquistar al público nostálgico con una propuesta tan inusual como innovadora.
La iniciativa Stop Killing Games continúa ganando fuerza entre la comunidad gamer, y el respaldo de los desarrolladores independientes demuestra que esta lucha no es solo por derechos digitales, sino por el futuro de la preservación cultural y artística de los videojuegos.