Las contradicciones que implica llevar a las galerías el arte urbano de las calles -quitándole su carácter tanto espontáneo como popular-, no importaron cuando pensaron en crear el Museo de Banksy en la ciudad de Madrid, España, en este 2025.
Aunque el proyecto ya tenía una primera sucursal en la ciudad de Barcelona, los promotores del proyecto han señalado que las piezas pertenecen a creaciones del mismo Banksy, ya hay un reportaje del diario El País de España que expone cómo las obras son reproducciones hechas por artistas que no reciben el reconocimiento que merecen.
En la descripción del museo de Banksy se puede leer: «Estos museos son únicos en el mundo, ya que albergan el mayor número de obras murales a tamaño real de Banksy jamás reunidas, ofreciendo una experiencia incomparable para los amantes del arte urbano y la crítica social», detalla, el mensaje del museo.
Una de las críticas al proyecto museístico en sus dos sucursales es que se cobra a los visitantes 15 euros, poco más de 300 pesos, por pasar a ver reproducciones de obras pensadas para estar en la calle, las cuales se colocaron en salas con una curaduría inmersiva, buscando tener un ambiente urbano, encerrándolo en espacios controlados. Así, el paso de obras pictóricas a grafitis hechos originalmente en franja de Gaza, Londres o París, hace que pierdan el impacto de su crítica a momentos históricos que llevaron a crearlos.
A lo anterior se suma que no se da crédito a las personas que hicieron las piezas, mientras que el creador del concepto, el director de cine y productor belga Haziz Vardar continúa beneficiándose de las obras callejeras de Banksy. Sobre la edificación del museo, el mismo medio El País de España detalla: “Vardar siempre monta sus museos de la misma forma: primero busca un local (o nave, como es en este caso) en alquiler. Se acondiciona con los muros necesarios y un grupo de artistas callejeros realizan copias de las pinturas de Banksy, lo cual en realidad no requiere una gran destreza artística: los trabajos suelen hacerse con plantillas derivadas de fotografías”.
Finalmente, el proyecto del Museo de Banksy está desvinculado financieramente del artista anónimo, por lo que las obras han sido solo reproducidas sin un criterio de originalidad de las piezas, solo como experiencia.
