Más de 10 influencers y creadores de contenido colombianos son cómplices sionistas que buscaron lavar la imagen de Israel al acudir a grabar contenido en el estado genocida, responsable de la genocidio de Paletina. Miles de usuarios ahora los exhiben en redes sociales.
Personales colombianas reconocidas en plataformas virtuales continúan siendo señaladas y denunciadas por su apoyo al estado de Israel, quien continúa asesinando a cientos de habitantes de la zona de Gaza.
El grupo de creadores de contenido habría accedido a una invitación hecha por la embajada israelí, en un intento de limpiar su imagen internacional. Se trata de una estrategia que el propio Israel ha reconocido funcional para verter su propaganda y llegar a más públicos a través de las figuras más populares.
Entre ellos acudieron la actriz Johanna Fadul, el actor Pedro José Pallares, las presentadoras Lucía Aldana Maria Clara Rodríguez, el actor Mauricio Mejía, el chef Nicolás de Zubiría, Daniela Vidal, la influencer Kika Nieto, entre muchos otros. Mientras ellos blanqueaban la situación, a kilómetros, palestinos continúan resistiendo a la violencia colonial que ha llevado a la destrucción de sus espacios y completa deshumanización de su pueblo.
Muchas de las figuras participantes, a pesar de las denuncias, continúan publicando en sus redes con miles de seguidores para hablar de la espiritualidad, la tierra santa y la peregrinación, pero añadiendo, entre comentario colados, que el apartheid «no existe», mientras promocionan, entre opulencia, a Israel como el «lado correcto de la historia».
Las condenas contra los influencers se alzaron aún más después de que Johanna Fadul, una de las influencers, buscará justificar el viaje, minimizando las acciones violentas de Israel y reduciendo la situación a un conflicto de «ganadores» y «perdedores»: “sí, esto es una guerra que pasa allá, entre ellos se matarán y ganará el que tenga que ganar”.
Los señalamiento continúan en plataformas, no solo en denuncia de la complicidad entre los influencers involucrados sino en las campañas que Israel impulsa para generar simpatía frente a decadas en las que sus fuerzas han perpetrado violencia.
