
Las indagatorias por el caso de Fátima continúan, pero a su paso, tanto la joven como su familia han sido activamente acuerpadas por la comunidad del Kpop, en un evidente acción de sororidad.
Aunque la comunidad del kpop es constantemente desacreditada, consecuencia de los prejuicios y la discriminición, ésta ha demostrado su enorme capacidad de organización, transformada en proyectos en beneficio o auxilio de su contexto.

Desde el ámbito de la biodiversidad, el medio ambiente, los derechos de los animales, apoyos a grupos vulnerables y, esta vez, contra el acoso escolar; algo que tampoco es novedad teniendo en cuenta el empeño de agrupaciones como BTS por replicar un mensaje contra los discursos de odio.
La comunidad kpop, mayormente conformada por niñas, mujeres y diversidades, ha sido propensa a una enorme carga de machismo que minimiza las experiencias o las cataloga como poco significativas frente a gustos “varoniles”. A pesar de ello, han mostrado un fuerte lazo para movilizarse contra los estereotipos, como se vio en el caso de Fátima.
Después de darse a conocer la agresión de Fátima, ocurrida en la Escuela Secundaria Diurna 236, hubo una rápida articulación entre las integrantes de fanbases y la comunidad virtual para difundir los hechos y pedir justicia por la joven.
La acción no paró ahí: pronto, lograron comunicación directa con la familia y buscaron frenar información oportunista o amarillista creando canales específicos de difusión. Todo lo anterior ha sido una evidente muestra de sororidad, un aspecto esencial entre comunidades como Army.
Fátima no fue empujada pero indagación por acoso continúa: Fiscalía
El apoyo hacia a Fátima continúa desde distintas aristas, mientras la investigación continúa. Aunque la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), Bertha María Alcalde, externó que la caída de Fátima no fue causada por compañeros, la comunidad y sociedad civil permanece atenta al desenvolvimiento del caso.
De acuerdo a Fiscalía, ya habrían entablado conversación con Fátima, quien relató que “no había nadie cerca al momento de su caída”. El caso, sin embargo, aún evalúa otros aspectos, además de la exigencia de la erradicación del acoso en las aulas.