La semana pasada, el comunicado de la Academía dejó en muchos usuarios y personas del círculo artístico gran indignación debido a su redacción, incapaz de nombrar la violencia sufrida por el codirector palestino de “No Other Land”, Hamdan Hallal, a manos de fuerzas de Israel.
Fue el pasado 24 de marzo que Hallal fue brutalmente golpeado por colonos y secuestrado por fuerzas de Israel. A pesar de la gravedad de la situación, la denuncia solo vino de la ciudadanía, familiares, amigos y algunos personajes de la industria del cine, mientras grandes instituciones como la Academia permanecieron en silencio.

Días después, tras numerosos llamados ante la evidente indiferencia, la Academía finalmente publicó un comunicado; sin embargo, este terminó siendo un documento que no abordó la agresión sino que jugó con el lenguaje para permanecer en una postura “neutral”. Miles de personas decidieron, entonces, continuar evidenciando el carente interés de la Academia, en la que interactúan numerosos sionistas.
Esto llevó a que al menos 600 votantes de los Oscars firmaran una carta en la que ellos condenaban el ataque de colonos israelíes a Ballal, en clara respuesta y posicionamiento contra el silencio de la Academia y haciendo eco en su lugar.
“Es indefendible que una organización reconozca una película con un premio en la primera semana de marzo y luego no defienda a sus realizadores apenas unas semanas después”, se leyó en la carta abierta.
“La persecusión a Ballal no solo es un ataque a un cineasta, es un ataque a todos los que se atreven a dar testimonio y a condenar verdades incómodas”
Solo ante los numerosos señalamientos, la Academia terminó por disculparse ante los realizadores de No Other Land y el público en general en una carta que fue publicada por el codirector, Yuval Abraham: “Nos disculpamos sinceramente con el Sr. Ballal y todos los artistas que se sintieron insatisfechos con nuestra declaración anterior”, externó el texto.
“Queremos dejar claro que la Academia condena este tipo de violencia en cualquier parte del mundo (…) Aborrecemos la supresión de la libertad de expresión bajo cualquier circunstancia”