Durante la noche del martes 30 de septiembre, una estudiante de la Facultad de Mercadotecnia de la BUAP perdió la vida tras ser arrollada por una unidad de la línea 2 del RUTA sobre la 11 Sur a la altura de Las Torres. A pesar de que algunos testigos reportaron de inmediato el accidente al 9-1-1, cuando los servicios de emergencia arribaron al sitio, la joven ya no presentaba signos vitales. Su cuerpo quedó tendido a un costado de su mochila, junto a la unidad de transporte. Personal de la Fiscalía General del Estado realizó el levantamiento del cadáver mientras ciudadanos que presenciaron el hecho comenzaron a difundir fotografías de las identificaciones que llevaba consigo, con el fin de avisar a sus familiares.
La víctima fue identificada como Jimena Santa Flores Rivera, de 23 años, originaria de Puebla y estudiante universitaria que, al momento del accidente, regresaba a su domicilio ubicado al sur de la ciudad. De acuerdo con versiones de testigos, la joven habría intentado cruzar antes de que pasara la unidad; sin embargo, el golpe fue fatal. Este hecho volvió a encender las alarmas entre la comunidad, ya que no se trata de un incidente aislado: apenas días antes, un conductor de la Línea 3 del RUTA se subió a la banqueta, derribó varios puestos ambulantes, una caseta y una bicicleta, además de impactar una camioneta y bloquear la vialidad.
La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) lamentó profundamente el fallecimiento de Jimena a través de sus redes sociales oficiales y expresó sus condolencias a familiares, compañeros y profesores. Sin embargo, las reacciones no se hicieron esperar: algunas personas con mensajes de solidaridad, otras con duras críticas hacia el sistema de transporte y algunos pocos criticaron la falta de precaución de los peatones.
No es la primera vez, y no será la última si no se hace algo y es por esto que los estudiantes de la comunidad BUAP se pronunciaron a través de los cometarios de las publicaciones sobre Jimena para exigir justicia en el caso.
Las críticas más recurrentes señalan la falta de capacitación y sensibilidad de los choferes del RUTA, quienes suelen manejar a exceso de velocidad y con poco respeto a los peatones, ciclistas y usuarios de transporte alternativo. Varios alumnos compararon la situación con la vulnerabilidad cotidiana que enfrentan en la ciudad: “Los poblanos caminamos con miedo, no importa si cruzas en la esquina, en el puente o en el semáforo, siempre hay riesgo de que te atropellen”, escribió un estudiante de en redes.
A la indignación estudiantil se sumaron algunos ciudadanos que recordaron la urgencia de mejorar la infraestructura vial de Puebla, pues la mayoría de los cruces donde circulan unidades articuladas carecen de pasos peatonales seguros, semáforos eficientes o señalización adecuada. Lo que refleja un problema estructural más allá de la responsabilidad individual de un conductor.
El Gobierno del Estado de Puebla informó que el caso será turnado a las instancias correspondientes para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. Mientras tanto, familiares, amigos y la comunidad universitaria no sólo exigen justicia para Jimena en redes sociales, sino que también un replanteamiento urgente del modelo de movilidad. No importa si la culpa fue del chófer o de la víctima, el verdadero problema es que la ciudad no está hecha para los peatones y está es una una discusión que está pendiente sobre la educación vial y la falta de condiciones seguras para transitar a pie.
El caso de Jimena ha puesto de nuevo sobre la mesa la fragilidad de quienes se trasladan en transporte público y el creciente reclamo social por transformar la movilidad en Puebla, antes de que otra vida quede marcada en el asfalto.
