octubre 19, 2025 5:48 pm
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Inocrep BUAP solución biotecnológica para una agricultura sustentable

En la búsqueda de soluciones tecnológicas para promover una agricultura sustentable, un grupo multidisciplinario de la BUAP diseñó un inoculante de segunda generación, llamado Inocrep, que incrementa hasta seis veces los rendimientos de productos como jitomate, maíz, frijol, papa y flores de ornato. También ayuda a los cultivos a resistir la sequía y salinidad del suelo, y a reducir en 50 por ciento el uso de fertilizantes químicos.

En este proyecto participan los investigadores Yolanda Elizabeth Morales García, de la Facultad de Ciencias Biológicas; y del Instituto de Ciencias, Jesús Muñoz Rojas, Antonino Báez Rogelio y Ana Line García Torres, especialistas en inoculantes microbianos de segunda generación, biotecnología microbiana, escalamiento de proyectos y certificación de laboratorios.

La investigación contiene seis especies de bacterias catalogadas como benéficas: Azospirillum brasilense, Burkholderia unamae, Pseudomonas putida, Sphingomonas sp., Gluconoacetobacter diazotrophicus y Bradyrhizobium sp., que se adhieren a las semillas, colonizan en números elevados y eliminan patógenos, respetando las bacterias naturales del suelo.

En cuestión de costo, esta tecnología es competitiva, ya que una dosis de 300 mililitros cubre una hectárea de cultivo. “A nivel mundial no existe una patente con estas características, porque aumenta el rendimiento y remueve sustancias dañinas para la salud”, destacó la doctora Morales García.

En experimentos con maíz criollo, una muestra inoculada de siete mazorcas tuvo un peso de 1.2 kilos, y la no inoculada 0.47 kilos. En cultivos extensivos, el rendimiento alcanzó 17 toneladas por hectárea; antes se producían cuatro, informó Jesús Muñoz Rojas.

A un paso de su comercialización

La etapa inicial de Inocrep comenzó en 2008 con la tesis doctoral de Morales García. Para encontrar compatibilidad entre las bacterias benéficas, se analizaron 120 cepas de 18 géneros. La patente se solicitó en 2013 y fue otorgada en 2016 por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

Después se inició la producción industrial a cargo de Antonino Báez, con biorreactores de 150 litros y la creación de la spin off “MicroBST Yoliza” para comercializar el producto. Se aplicó en cultivos en Morelia, Chihuahua, Hidalgo, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

Para su comercialización, Inocrep recibió financiamiento de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación y permisos ante Cofepris. La Secretaría de Agricultura validará la efectividad e inocuidad, revisando concentración de bacterias y crecimiento vegetal.

Ana Line García Torres destacó que se implementó un sistema de gestión de calidad basado en normas ISO 9000 e ISO 17025, con protocolos de manufactura, seguridad y calidad para garantizar la inocuidad del producto.

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