La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos no es fortuita por su
personalidad, y sí bajo un proceso de intereses de ultraderecha en el poder económico..
“Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”.
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El autor fue el pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984), y fue dirigido como
una flecha al corazón de los intelectuales alemanes, cuya cobardía –entre otros factores–
permitió la llegada de los nazis al poder y sus pavorosas consecuencias.
El ascenso del Partido Nazi bajo el sello de un serio conflicto de intereses, la campaña
electoral del Partido Nazi estuvo plagada de menciones que oponían al grueso de la
población a los movimientos comunistas, culpándolos del desempleo generalizado,
asegurando que la igualdad entre clases únicamente facilitaba que quienes no trabajaban
gozaran de los mismos privilegios que todos, gracias a un Estado debilitado por una
constitución que parecía defender al resto de Europa y no a Alemania.
Entre las primeras acciones de Hitler como canciller destaca el decreto de febrero 27 de
1933, que brindaba la oportunidad al gobierno de mantener emergencia de poderes.
Básicamente, se suspendían todos los derechos de la ciudadanía durante toda la
emergencia. Los nazis podían arrestar o encarcelar a cualquiera, pues la Constitución de
Weimar no volvería a ser práctica y las leyes se definirían hasta cuatro años después. Hitler
aprovechó la oportunidad para pasar la Ley de Autorización que le facultaba para tomar
decisiones por encima del congreso y que posteriormente le autorizó a implementar
acciones totalitarias. En efecto, Hitler no necesitaba más ni de la presidencia ni del congreso,
por lo que, el 2 de agosto de 1934, tras la muerte de Hindenburg, el oficio de presidente fue
abolido y Adolf Hitler se transformó en el único poder de Alemania. Luego de tomar el
poder, los nazis ocuparon todas las instituciones y llevaron a cabo una purga generalizada de
judíos y elementos demócratas al interior de las instituciones públicas.
«Toda forma de desprecio, si interviene en la política, prepara o instaura el fascismo». Albert
Camus
De lo anterior, como ya apuntamos en la entrega anterior, el perfil psicológico de Donald
Trump es el de sociópata, por lo consiguiente, déspota, egocéntrico, narcisista y más, que lo
conducen a menospreciar y a quienes no son anglosajones a nada o sin condición humana,
es decir, fuera de la órbita blanca, carecen de calidad y condición en ese sentido, ya sea
indígenas de cualquier nación, como también a pueblos arábigos, al grado de que los
palestinos de Gaza expresó que deben “ser eliminados o diseminados en Líbano, Egipto o
Siria.
En cuanto a México, justifica su prepotencia narcisista sociópata, al acusar que drogas como
el fentanilo, derivan en mortandad de sus ciudadanos, por lo que se nos debe clasificar como
país “terrorista”, con lo que implica intervención miliar, además del cerco económico
mediante aranceles, a su vez, todo aquél país que no se sujeta a su arbitrio, también merece
dicho castigo económico.
Si el nazismo persiguió, asesinó y estigmatizó a los no alemanes de “sangre pura”, como no
humanos, los campos de concentración y exterminio como Auschwitz, como ejemplo de
que se estima que los nazis establecieron unos 15 000 campos de trabajo, concentración y
exterminio.
Quien se ha manifestado como pronazi es Elon Musk, al financiar y apoyar políticamente a
grupos nazis en Alemania directamente, también en otros países europeos, sobre todo de
Ucrania y Latinoamericana. En Estados Unidos, también aplica el mismo proceso, junto con
integrantes del gabinete de Trump, quienes manifiestan de siempre ser de ultraderecha y
eminentemente racistas.
«Ellos mandan hoy… porque tú obedeces». Albert Camus
También se ubicó el sentir, pensar e ideología norteamericana con su Destino Manifiesto y
luego la Doctrina Monroe, ambas tendencias actualizadas y en pleno apogeo imperialista, de
acuerdo a una oligarquía plutócrata que se asume como guiados por Dios, tal como lo
manifiesta Trump. Vil manipulación sectaria y carente de moral y ética.
Es así que nos obliga a rastrear el origen del por qué esa ultadercha nazi-fascista
norteamericana va moldeando y enajenando a su pueblo, para que termine en aceptar a un
fetiche llamado Donald Trump
«Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa
que mala». Albert Camus
Washintong, 6 de enero de 202, es asaltan el Capitolio por una muchedumbre
ultraderechista, para impedir que Joe Biden tome la presidencia, 150 agentes de la policía
resultaron heridos, muriendo 5 manifestantes y cuatro policías se suicidaron posteriormente a consecuencia de las traumaticas experiencias vividas. Donald Trump twittió un vídeo
diciendo a los manifestantes que hicieron magnífico trabajo. Entre los integrantes estuvieron
militares que sirvieron en combate. Gritaban que había que ahorcar al vicepresidente, por lo
que fue un intento de golpe de estado. Hay muchos grupos de derecha militante y del
movimiento poder blanco, sus objetivos son los mismos, su ideología es simple, “recuperar
el poder que han perdido, por cualquier medio”, siendo grupos fascista, nacional socialistas,
que los une la convicción de que los blancos tienen el “derecho a existir”. además de los
Proud Boys, también los Out Keepers, ‘Blood Tribe’ o ‘Hate Club 1488, White Lives Matter,
entre sus simpatizantes hay expolicías y soldados, dicen que los une, según los grupos, es “el
respeto a su Constitución”. entre los orígenes de la ultraderecha es el terrorsimo del Ku Klux
Klan, supremacista blanco de extrema derecha, que por medio de actos violentos y
propagandísticos el racismo, la xenofobia, la homofobia, y el anticomunismo, que fue creado
en el siglo XIX, inmediatamente después de la guerra de Secesión, que recurre al terrorismo,
violencia y actos de intimidación, sobre todo contra afronorteamericanos, porque para ellos
no son verdaderos estadounidenses, incluyendo mexicanos y de poblaciones nativas de
Norteamérica (repensar en su Destino Manifiesto). ya en el siglo XX, además del KKK, se
suman grupos nazis, que fueron avanzando entre los dos partidos políticos, el Demócrata y
el Republicano, a través de oligarcas y su plutocracia, que consideraron que después de la
Segunda Guerra Mundial, el poderío económico, político y militar norteamericano, fue
prendiendo terreno mundial, sobre todo luego de Viet Nam e Irak, hegemonía que
implementan con el neoliberalismo que en cuatro décadas demuestra fracaso.
Trump es producto de esa ultraderecha política, quien en 2016 dijo: “Soy su voz”, y que
durante su campaña electoral por segunda vez, reafirma: “Soy su guerrero. Soy su justicia. Y
para todos los que han sido tratados injustamente o engañados. Yo soy su venganza”. siendo
más radical, como resultado del pensamiento de ultraderecha que los impulsa asegurar que
“la Blblia dice claramente, Dios exalta a los que están en el poder, a todos ustedes, a todos
nosotros”, o en la Corte Suprema, cuando anula las conquistas sociales. El triunfo de la
derecha radical es el resultado de una estrategia de hace 40 años con el fin de alcanzar el
poder. Los ultraconservadores defienden su sueño americano, para ello están dispuestos a
hundir al país en el caos y hacer tambalear la democracia, sobretodo en el partido
Republicano que está formado por nihilistas y quieren colapsar el sistema, como una guerra
civil fría en una sociedad profundamente dividida, donde Trump es producto de los cambios
de las últimas tres décadas con Newt Gingrich fue asesor de Ronald Reagan y uno de la
radicalización de la derecha en los EE.UU, quien impulsó que el estado es el problema y no pago de impuestos, quien es el modelo que inspira a Trump, además de Elon Musk, que
desde que asumió su candidatura, retoma las palabras de Gingrich en una conducta agresiva
y dura le reporta beneficios políticos y ensuciarse las manos, que encontramos en Trump y
sus peroratas de aranceles, migrantes, fentanilo, Groelandia, Panamá y justificar la
intervención de extermino de palestinos en Gaza, so pretexto de recuperar la hegemonía
imperialista de su país, enfrentándose a empresarios nortemaericanos que su política es
dispararse un balazo en el pie, como también no someter a la presidenta Claudia
Sheinbaum, por más que una “oposición”prianista y merolicos como Xóchitl, Riva Palacio y
otros digan lo contrario.
Trump, es producto de esa hambre ultraderecha por hacerse del mundo, siendo que dejó de
existir con el fracaso neoliberal.
rodrigo.ivan@yahoo.com.mx
Fuentes:
Nicos Poulantzas. Fascismo y dictadura. Siglo XXI. México. 1981.
S. j. Woolf. La naturaleza del fascismo. Grijalbo. México. 1974.
Roger Bourderon. El fascismo. Editorial Nuestro Tiempo. México. 1981.
Cas Mudde. La ultraderecha hoy. Paidos. España. 2021
Ágnes Heller. Una revisión de la teoría de las necesidades. Paidos. España. 1996
Beatriz Acha Ugarte. Analizar el auge de la ultraderecha: surgimiento, ideología y ascenso de
los nuevos partidos de ultraderecha. Gedisa. España. 2021
Daniel Estulin. La trastienda de Trump. Planeta. España. 2017