A pesar de las denuncias presentadas por los pobladores y las acusaciones formales ante las autoridades, no se han tomado acciones concretas para regular las actividades y descargas de la empresa textilera.
Habitantes y trabajadores de las empresas Cottonella Textiles y MariTex, ubicadas en San Salvador El Verde, exigen la intervención de las autoridades para detener la contaminación ambiental causada por estas compañías.
Contaminación en el río Santa Elena
Estas empresas han generado descargas irregulares al río Santa Elena, que ahora acumula grandes cantidades de desechos textiles. Los residuos contaminantes también se encuentran dentro de las instalaciones de la empresa, representando un grave riesgo para la salud de los empleados.
El río Acotzala se tiñe de colores
De acuerdo con investigaciones realizadas por el periódico digital e-consulta desde noviembre del año pasado, se documentó cómo el río Santa Elena, que desemboca en el afluente del río Acotzala a la altura de San Simón Atzintla, cambia de color debido a la contaminación en la zona cercana a las textileras.
Este río atraviesa comunidades de San Martín Texmelucan y desemboca en el río Atoyac, uno de los más contaminados de México, incluido en el Plan Nacional Hídrico 2024-2030. Este plan prevé una inversión de más de 20 mil millones de pesos en 2025 para sanear los tres ríos más contaminados del país.
Hugo Ávila Castañeda, conocido como “El Xocoyote” y activista ambiental, ha señalado que los municipios de la región de San Martín Texmelucan están rebasados por la contaminación. Además de invertir en plantas de tratamiento, considera esencial implementar campañas de concientización para reducir la contaminación desde su origen.
Pobladores exigen clausura definitiva de empresas
Los habitantes de San Salvador El Verde entregaron un documento al presidente municipal, José Gregorio Ojeda Ojeda, expresando su preocupación por la contaminación del río Santa Elena. En el texto, advierten sobre los riesgos para la salud y el medio ambiente, exigiendo el cierre definitivo de las empresas responsables, especialmente MariTex.
El documento destaca que las vías legales y administrativas no han dado resultados. Si no se toman acciones urgentes, la comunidad amenaza con cerrar calles y carreteras como medida de protesta.
“Este río, que históricamente ha sido fuente de vida y sustento para nuestras familias, está ahora envenenado, causando enfermedades graves, afectando nuestra salud y poniendo en riesgo a futuras generaciones (…). Si no se actúa de manera urgente, la comunidad no tendrá más remedio que hacer valer su derecho a un medio ambiente sano a través de acciones directas, como el cierre de las vías de tránsito, para ser escuchados”, se lee en el escrito.
Clausuras insuficientes
Aunque la empresa ha sido clausurada en varias ocasiones, la más reciente en agosto de 2022 durante un operativo de la Secretaría de Medio Ambiente estatal, vuelve a operar de manera regular tras cada cierre. En esa ocasión, la planta de tratamiento fue clausurada y se colocaron sellos en una de las entradas principales. Sin embargo, la falta de seguimiento por parte de las autoridades ha permitido la reactivación de sus actividades, prolongando el daño ambiental y social.
