El uso de las herramientas de Inteligencia Artificial ya no es una novedad en el ámbito del entretenimiento y el arte; y si bien muchas veces puede ocuparse únicamente como instrumento auxiliar, su uso continúa abriendo cuestionamientos.
Esto está ocurriendo con dos filmes que han sido aclamados esta temporada de premios: The Brutalist y Emilia Pérez ambos de los cuales se apoyaron en las herramientas en aspectos que son considerados básicos dentro del ámbito actoral.
Ambos filmes trabajaron junto a una empresa ucraniana especializada en IA, de nombre Respeecher. Este instrumento fue utilizado para el habla y potenciar algunos aspectos como el canto y la pronunciación. Es esto mismo, lo que ha causado controversia tanto para artistas como para espectadores.
No solo se habla del aspecto no orgánico, sino de la reducción de la labor artística. En Emilia Pérez, de hecho, el mezclador de sonido, Cyril Holtz,, admitió haber recurrido a la herramienta para mejorar la voz de Karla Sofía Gascón en muchas de las escenas musicales.
Sin sumar las numerosas críticas que ya se le ha hecho a Emilia Perez por la terrible representación e instrumentalización de las luchas sociales, usuarios en redes han puntualizado que, al tratarse de un musical, se esperaría que el elenco pueda expresar sus habilidades musicales.
En el caso de The Brutalist, el editor de The Brutalist, Dávid Jancsó, afirmó que también utilizó Respeecher para corregir el diálogo en húngaro del actor Adrien Brody Felicity Jones y, de tal manera, lograr “mayor autenticidad”. Esta decisión también fue recibida, en su mayoría, de manera negativa, particularmente en vista de las premiaciones.
Miles de personas señalan que estos filmes no deberían recibir nominaciones o reconocimientos cuando las herramientas de Inteligencia Artificial son, en realidad, la verdadera razón del resultado final. Asimismo, se ha recordado el trabajo de otros actores en la preparación de sus papeles, algunos en los cuales se incluye la dificultad de pronunciación de alguna lengua.
Esto también se refleja en las decisiones de Emilia Perez, que priorizó el uso de herramientas IA para un elenco no mexicano, en lugar de ofrecer oportunidades a personas mexicanas, como su trama lo requería.
