“La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, aseguró que el estado no será un refugio para migrantes, en particular para aquellos deportados de Estados Unidos, a pesar de ofrecerles apoyo en centros de procesamiento temporales. Campos aclaró que estos centros, solo ayudarán a los migrantes en su regreso a sus lugares de origen, y no deben confundirse con albergues. “
La Gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, aseguró este viernes que el estado no será un refugio para migrantes, en medio de las expectativas de posibles deportaciones masivas si Donald Trump regresa a la Presidencia de Estados Unidos. La declaración se da en el contexto de la creciente preocupación por las políticas migratorias del presidente electo.
En una reciente entrevista, la Gobernadora afirmó que, aunque se garantizará el respeto a la dignidad de los migrantes y se les ofrecerá apoyo en centros de procesamiento, estos no serán considerados albergues. Campos subrayó que «Chihuahua no es ninguna opción para los migrantes», en particular para aquellos que son repatriados tras ser deportados por las autoridades de Estados Unidos.
«A todos los migrantes, lo sabemos como gobierno humanista, tenemos que respetar su dignidad y tenemos que respetar su persona, pero bueno, nuestros estados o el estado de Chihuahua no es un albergue para los migrantes», declaró.
Maru Campos explicó que los centros de procesamiento en Chihuahua estarán destinados a recibir a los migrantes deportados, identificar sus datos y brindarles la asistencia necesaria antes de ser regresados a sus lugares de origen. La gobernadora destacó que estos espacios no deben confundirse con albergues, ya que su función es únicamente procesar a los migrantes y orientarlos para su regreso. Aclaró que, aunque podrán permanecer temporalmente en estos centros, no se permitirá que se queden en Chihuahua.
Además, la mandataria estatal también destacó que Chihuahua enfrenta sus propios retos, como la atención a las necesidades de la Sierra Tarahumara y Ciudad Juárez, dos de las regiones más vulnerables del estado. A pesar de esto, indicó que se han habilitado alrededor de 25 centros de procesamiento para manejar la posible llegada de migrantes deportados.
Sin embargo, subrayó que el objetivo de los centros de procesamiento es que los migrantes permanezcan allí el menor tiempo posible, aproximadamente una semana. Con esta postura, dejó claro que el estado no será un lugar de acogida permanente para los migrantes mexicanos, a pesar de la compleja situación que enfrentan muchos tras ser deportados. Esta declaración ha generado controversia, ya que desafía el enfoque tradicional de apoyo humanitario que busca asistir a personas en situación vulnerable. Además, la postura de Campos contrasta con el derecho de cualquier mexicano a permanecer en cualquier estado del país sin ser expulsado. La decisión podría abrir un debate sobre las políticas migratorias y el tratamiento que deben recibir los deportados en su regreso a México.
