Veinte años han transcurrido desde que las puertas de Breve Espacio se abrieron. Tras años de transformaciones y esfuerzos, hoy la familia detrás de este lugar se detiene para mirar atrás unos minutos y relatar la historia que los constituye como gestores culturales y, claro, como un segundo hogar para los artistas locales y nacionales.
Siendo que el proyecto parte de un idea de solventar los gastos diarios, para Breve Espacio, debe existir una sinergía entre el negocio y la parte artística, sin que se vuelva un asunto comercial sino preocupado por el arte y la difusión de los artistas emergentes, particularmente en el municipio.
“Sabemos la naturaleza que requiere el arte. Tenemos que generar recursos de los cuales vivir pero siempre priorizando al arte”, nos relató Carlos Orduña, uno de los fundadores del sitio; de hecho, nos contó, existen ocasiones en que las ganancias son nulas en pro de apoyar al artista.
Este compromiso con el arte, desde una visión humanista e izquierdista, fue el cimiento para que muchos creadores, intérpretes e incluso talleristas ahora ubiquen a Breve Espacio como uno de los centros vitales de la cultura en el municipio. Pero, antes de ser las salas que reciben a músicos, actores, artistas plásticos, fotógrafos y más, la familia de Carlos Orduña y Sonia Marrufo habían comenzado con la apertura de una librería.
Las cosas marcharon ordinariamente, como tal, hasta la llegada de monopolios como Porrúa y Gandhi, o librerías con un catálogo más amplio como la Universitaria. Las transformaciones en los alrededores conllevan entonces a nuevas fases, sumando cafetería, comida y el elemento clave: los eventos artísticos.
“Todas las propuestas son bienvenidas en el Breve” nos externaron Orduña y Marrufo. Desde sus palabras, la meta y el afán de lugares como Breve Espacio es crear los sitios necesarios en los que los artistas tengan un foro en el que ganen dignamente por lo que producen.
Con los años, Breve Espacio ha recogido momentos y propuestas innovadoras y subversivas. Sobre todo, dado el micrófono y dando eco a la libre expresión, además de las protestas y los pronunciamientos desde el arte. Desde ese 18 de marzo de 2004, un recinto se concibe como el corazón de breves momentos del arte y el entretenimiento que perduran.
Una celebración de dos décadas
Como parte de sus celebraciones, una de las obras que este lugar presenta es “Brecht en Ascensor”, una obra en la que participa Sergio Gonzalez, parte de la familia de Breve Espacio. El actor nos explicó que se trata de una propuesta complicada, involucrando a 9 actores y música en vivo.
Aunque la complejidad no solo se halla en la puesta en escena sino en los temas que abordan: la guerra contra el fascismo. De autoría de Ángel Hernández, la obra lleva al público a cuestionar y “subvertir la ruina”.
El cartel de celebración contará con más eventos entre los que se encontrarán numerosas presentaciones en vivo, comedias, lecturas y convivencia con la comunidad artística poblana y el público en general.