Los legisladores rusos aprobaron una ley que prohíbe la promoción de estilos de vida sin hijos en medios de comunicación, internet, películas y publicidad.
La Duma Estatal, la cámara baja del Parlamento, votó de manera unánime a favor del proyecto de ley, que establece multas de hasta 4,000 euros para personas físicas y 50,000 euros para entidades jurídicas que violen esta normativa.
Se espera que la ley sea ratificada por el Consejo de la Federación y promulgada por el presidente Vladimir Putin en los próximos días.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, destacó en septiembre que la crisis demográfica es “uno de los principales retos” de Rusia. “Hay que hacer todo lo necesario para aumentar la natalidad, y todo lo que obstaculice eso debe desaparecer de nuestras vidas”, declaró.
La población rusa, actualmente de unos 145 millones de habitantes (sin incluir Crimea), ha disminuido desde el colapso de la Unión Soviética en 1991. Factores como la pandemia de covid-19 y la guerra en Ucrania, que ha cobrado la vida de hasta 150,000 soldados rusos según estimaciones occidentales, han agravado esta tendencia.
El mismo día, los legisladores aprobaron otra ley que prohíbe la adopción de niños rusos por ciudadanos de países donde la transición de género es legal. Viacheslav Volodin, presidente de la Duma, justificó ambas leyes como una defensa de los valores familiares tradicionales frente a lo que describió como la “política ruinosa” de Occidente hacia los niños.
“Debemos hacer todo lo posible para que las nuevas generaciones de nuestros ciudadanos crezcan orientadas hacia los valores familiares tradicionales”, escribió Volodin.
Las autoridades rusas han vinculado cada vez más sus políticas demográficas a una narrativa ideológica que presenta a Rusia como un bastión de los valores cristianos tradicionales frente a un Occidente supuestamente inmoral.