A dos días del asesinato del sacerdote Marcelo Pérez, este martes, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, anunció a través de sus redes sociales la detención de uno de los presuntos autores materiales del crimen.
“Mi reconocimiento a las autoridades de Procuración de Justicia, quienes me han informado que ha sido detenido el autor material de la muerte del Padre Marcelo”, escribió el mandatario en su cuenta de X.
De acuerdo a lo informado por la Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE), el detenido, quien responde al nombre de Edgar «N», fue identificado durante la revisión de las cámaras de seguridad del C5 que registraron el momento en el que el defensor de derechos humanos salió de la parroquia del barrio Cuxtitali, en San Cristóbal de las Casas, y subió a su camioneta, donde fue interceptado por dos personas a bordo de una motocicleta, una de las cuales se asomó por la ventana del conductor y le disparó en múltiples ocasiones, causando su muerte al asestar una bala en su cabeza.
Esta detención de uno de los presuntos asesinos materiales del religioso defensor de los pobres, desplazados y desaparecidos, se da en medio de una oleada nacional e internacional de exigencia de justicia. Tan sólo unas horas antes la Unión Europea se había sumado a las condenas globales por la ejecución de este hombre por el que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había pedido a México medidas de protección desde 2015, y que en 2021 tuvo que ser trasladado de la parroquia de Simojovel, a la parroquia de Guadalupe, en la ciudad de San Cristóbal, debido a las amenazas de muerte que pesaban sobre por parte de grupos del crimen organizado.
Además de que la delincuencia puso un «precio a la cabeza» del padre Marcelo, como él mismo indicó en diversas entrevistas; el luchador social también enfrentaba una orden de aprensión en su contra, que fue emitida debido a su trabajo como mediador por la paz en el municipio de Pantelhó, disputado por un grupo armado y un grupo de autodefensas.
Unas semanas antes de su asesinato, el 13 de septiembre, durante una manifestación en Tuxtla Gutiérrez, convocada por las tres Diócesis de Chiapas, para exigir paz en el territorio, el Padre Marcelo había declarado en una entrevista con El Heraldo, que la entidad es una «bomba de tiempo» con «muchos desaparecidos, muchos secuestrados».