La conferencia “Crear mundos y habitar silencios” fue espacio para mostrar la situación en que viven las personas con autismo y sus dificultades y reflexionar cómo ha sido pobremente retratada en la literatura la vida de los hermanos y familiares, pero la escritora marroquí Latifa Labsir decidió entrar en la intimidad y entender qué pasa por lam entre de alguien que busca entender cómo piensa su hermano.
Así, Durante la presentación, el creador y dibujante Bef apoyó Leyendo un fragmento de la obra de Latifa, «El fantasma de Sabiba» (Sabiba’s Phantom en inglés), traducido del árabe.
Tras la lectura, Latifa agradeció el interés de los hispanohablantes y añadió: Estoy contenta de estar aquí en Guadalajara con tanta gente. Debemos entender que el espectro de Sabiba no es una enfermedad, el autismo es un trastorno neurológico, al escribir esta novela espero sensibilizar a la gente, a la familia, e incluso a las escuelas, espero podamos aprender muchas cosas leyendo esto.
Respecto a la traducción al español de Margarita Castro, agradeció el trabajo, para trasladar las ideas al árabe, aunque confesó que los nombres no pudieron tener un equivalente al español. El texto comienza con la Carta de Sabiba, quien se sirve de una muñeca para comprender a Sabiba: “La primera problemática se conoce desde los ojos de la narradora Hiba, los niños le apodan la hermana de Rashi. Es su hermana pequeña quien no tiene una identidad propia porque rashi está en el espectro del autismo. Intenté hablar desde la narradora, porque un hermano a menudo ha sufrido bastante por estas situaciones, el no poder ser visto como una persona con identidad propia, por eso consideré que la hermana podría narrarlo. En su propia infancia escuchó los gritos desde la mañana; no entiende el sentido de esos gritos de la hermana, y se cuestiona por qué no es como ella”.
“Pensé en enfocarme en la edad juvenil para que ellos puedan conocer esto. Cada uno de los personajes tiene un nombre en árabe, pero al traducirlo a otros idiomas se pierde; como sabiba, la muñeca, cuyo significado es curadora, pero no pudimos traducirlo. Y sabiba se vuelve en una interfaz, en un objeto mágico para poder estar en paz con el mundo”.
Al hablar de la muñeca Sabiba se usa para que, a través de ella, se transmitan mensajes, aunque no en forma verbal. A lo largo de la novela, las cosas ficticias pueden tener relación con el mundo real. Aunque la protagonista no pueda ver directamente a los ojos o repita cosas, esto puede ser algo positivo, expresó la autora: “Y la razón es mostrar a la gente que sufre, que están con nosotros, a los niños les encanta la fantasía, busqué mezclar lo lúdico con la fantasía”.
Otro aspecto son los enormes costos de tratamientos y educación de las personas en el espectro: Es un tema muy pesado para las familias y la sociedad debe contar con la ayuda material.
Finalmente, Latifa compartió una reflexión sobre la experiencia con el autismo, la literatura y la gráfica: “no es cosa de un país, es de mucha gente, me doy cuenta que, al escribir esta novela, es algo con una dimensión social para salir de la medicina fría, con lo que sienten cuando sufren, tal vez son personas que hacen música, que bailan. El espectro no evita crear, muchos son artistas o investigadores”.










