El homenaje oficial que el gobierno de Guerrero, encabezado por Evelyn Salgado Pineda, organizó en honor al exgobernador Rubén Figueroa Figueroa, generó indignación y críticas desde la izquierda mexicana, organizaciones de derechos humanos y colectivos de víctimas de la guerra sucia, quienes calificaron el acto como una “afrenta imperdonable” y un signo de “insensibilidad política y moral” hacia miles de desaparecidos durante los años de represión en el estado.
El evento, celebrado el pasado domingo en Huitzuco de los Figueroa por la Secretaría de Cultura estatal, conmemoró el 117 aniversario del natalicio de Rubén Figueroa Figueroa, considerado uno de los principales responsables de la represión contra los movimientos sociales y las guerrillas campesinas encabezadas por Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas durante la década de los setenta. Al acto acudió su hijo, el también exgobernador Rubén Figueroa Alcocer, recordado por la masacre de Aguas Blancas en 1995.
El hecho provocó una amplia condena pública. Activistas como Arturo García Jiménez, de la Coordinadora de Comisarios Ejidales, lamentaron que “un gobierno que se dice de izquierda rinda honores al responsable de la guerra sucia, a un hombre bajo cuyo mando fueron asesinadas y desaparecidas miles de personas en la Costa Grande y otras regiones del estado”.
Por su parte, Octaviano Gervasio Serrano, del colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos de la Guerra Sucia, calificó el homenaje como una “burla a la memoria de las víctimas”. “Figueroa Figueroa fue un asesino y violador; muchos seguimos buscando a nuestros familiares desaparecidos bajo su régimen. Este acto refleja el desprecio del actual gobierno hacia nosotros”, señaló.
En redes sociales, figuras de la izquierda y académicos guerrerenses coincidieron en que el homenaje “confirma el retroceso moral” de un gobierno que, en lugar de honrar a luchadores sociales como Lucio Cabañas o Genaro Vázquez, exalta a quienes los persiguieron. “La hija del senador Félix Salgado Macedonio rinde homenaje a un cacique represor. Así se distorsiona el sentido de la Cuarta Transformación”, escribió el historiador Carlos Illades.
Críticos recordaron que Evelyn Salgado asumió el cargo tras la polémica candidatura de su padre, Félix Salgado Macedonio, acusado de abuso sexual, y que su ascenso fue producto de una imposición política más que de consenso ciudadano. “Ahora, con este homenaje, demuestra que la memoria de los pueblos no está en su agenda”, dijo el escritor José Francisco García, exmilitante de la izquierda guerrerense.
Tras las críticas, la Secretaría de Cultura estatal eliminó la publicación del homenaje de sus redes sociales, argumentando que se trataba de un acto cívico incluido en el calendario oficial. Sin embargo, para las víctimas y sus familiares, el daño ya está hecho.
“Honrar a los verdugos mientras se ignora a los desaparecidos es revivir la impunidad”, concluyó Gervasio Serrano.