En el contexto de la cultura en México, muchas personas desconocen sus derechos fiscales y las posibilidades que tienen al estar al corriente con sus datos ante en las oficinas tributarias en lel país, por ello el contador Adal Hernández ha tomado la iniciativa de crear una empresa especializada en brindar asesoría contable a artistas, apoyando a los creadores que viven distintas dificultades, desde el pago de impuestos hasta poder tener beneficios por sus obras a los que tiene derecho de acuerdo a la ley mexicana.
Entre los trabajos de asesoría, Adal ha preparado el seminario “Los derechos de autor y sus consecuencias fiscales”, los días 6 de noviembre y 13 del mismo mes a las 17 horas en la plataforma Campus Virtual. Podrán tomarlo artistas y creadores, así como abogados, contadores y personas interesadas en el área contable para conocer los aspectos del registro y oportunidades en torno a los derechos de autor.
A lo largo de las dos sesiones se abordarán los temas, “Quién es el auto y la diversidad de sus obras”, “Importancia patrimonial de los Derechos de Autor”, “Funciones de Indautor” y “Tratamiento fiscal”.
Las ponencias estarán a cargo de Adal Hernández y Alberto Carrasco Zamora. El costo de inscripción es de 699 pesos y quienes lo tomen contarán con material didáctico, constancia de participación y la reproducción adicional del seminario.
Para más informes e inscripciones están disponibles los números 22 22 65 81 20, 22 14 18 30 41, y los correos ventas parmenas@gmail.com y consultas@ccapuebla.com
El seminario cuenta con el respaldo de Pármenas, Centro de Estudios y se enmarca en el “Seminario Anual Defensa Fiscal de emergencia 2024”.
En entrevista, Adal nos compartió los detalles del seminario, así como algunas experiencias, pero remarcando la importancia de que los artistas le pierdan el miedo al fisco, el por qué es necesaria la firma electrónica, cómo obtener regalías por sus obras y generar ingresos.
«Pierde el miedo al fisco, para que puedas incursionar con ayuda de tu talento», dijo, recordando cómo hay artistas que no han podido emprender proyectos porque, al momento de comenzar a gestionar y pedirles su firma electrónica, interrumpen el proceso y abandonan lo avanzado, perdiendo mucho dinero y esfuerzo invertido.