“Greta Thunberg se suma al boicot a Chevron por su apoyo a Israel en el ataque a Gaza. Denuncia la complicidad petrolera en crímenes de guerra, priorizando sus ganancias sobre vidas y el medio ambiente”
La destacada activista ambiental pro-palestina Greta Thunberg se ha sumado a las demandas para boicotear a la petrolera Chevron por suministrar energía a Israel para el genocidio en Gaza.
Señalando la culpabilidad de Chevron ante de uno de los peores desastres ambientales relacionados con el petróleo del mundo, al verter deliberadamente más de 60 mil millones de galones de desechos de esta sustancia fósil que causó cancer en la Amazonia ecuatoriana. Se remarca además que ahora también el gigante petrolero está alimentando el ataque que Israel está llevando a cabo en Palestina.
La actitud de dicha petrolera al suministrar combustible a Israel y a sus fuerzas armadas desde el comienzo de la guerra en Gaza ha provocado que El Comité Nacional Palestino de BDS, la coalición palestina que lidera el movimiento mundial de Boicot y sanciones; hiciera un llamado a las personas de todo el mundo a apoyar los derechos de los ciudadanos palestinos, uniéndose a favor de los movimientos por la justicia climática.
Dicho movimiento busca hacer que la multinacional estadounidense de combustibles fósiles Chevron, asuma sus responsabilidades por contribuir a avivar la destrucción del medio ambiente y el apartheid israelí. “Israel está destruyendo vidas palestinas, pero también está destituyendo tierras y recursos palestinos a través de sus guerras e industrias que contaminan y destruyen el medio ambiente”, señala Thunberg.
Uno de cada tres litros de crudo que se abastecen desde dos yacimientos reclamados por Israel en el mediterráneo, están destinados para las operaciones militares israelíes en Gaza provenientes de esta corporación, que además gana millones en el proceso, demostrando más su preocupación por sus balances financieros que por el destino de miles de vidas palestinas.
Algunos jueces internacionales han advertido que las corporaciones que han tomado estas acciones, suministrando combustible a Israel, podría incurrir en complicidad en crímenes de guerra. La complicidad en el genocidio no es un tema menor, sin embargo, pareciera que tales amenazas de sanciones no son suficiente para detener el flujo de crudo. El lucro sigue siendo la principal motivación, superando incluso la importancia de miles de vidas.