El 1 de septiembre, Rosario Lilian, de Corazones sin Justicia de Sinaloa, fue encontrada muerta tras un día desaparecida. El 4 de octubre, Esmeralda Gallardo, de Voz de los Desaparecidos en Puebla, fue acribillada al salir de su casa. Ayer, 6 de noviembre, María Carmela Vázquez, de Personas Desaparecidas de Pénjamo Guanajuato, fue asesinada también. Tres madres ultimadas mientras hacían la tarea del Estado
El pasado 30 de agosto, justo al terminar una misa por el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, y a sólo unas horas de haber sostenido una reunión con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, Rosario Lilian Rodríguez, integrante del colectivo Corazones sin Justicia, fue plagiada por un comando armado. El reporte de su ausencia fue hecho al 911, pero las autoridades no respondieron de inmediato, y fue hasta el día siguiente que su cuerpo sin vida fue localizado. Dos semanas antes, la mujer había denunciado que el responsable de la desaparición forzada -ocurrida en 2019- de su hijo, Fernando Abixahy Ramírez, estaba detenido en San Luis Río Colorado, pero que la justicia no estaba tomando acciones al respecto.
Un mes después, el 4 de octubre, mientras el Colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla se encontraba en el municipio de Tehuacán para atestiguar una audiencia histórica, su compañera, Blanca Esmeralda Gallardo, fue asesinada en la capital del estado por dos sujetos a bordo de una motocicleta, que le dispararon al salir de su casa para ir a trabajar. Estaba cerca de un proceso clave en el caso de la desaparición de su hija -ocurrida en enero de 2021- Betzabé Alvarado Gallardo. El gobernador Miguel Barbosa asegura que están detenidos los ejecutores materiales y una tercera persona involucrada en la desaparición y asesinato de Betza, pero no se han proporcionado datos públicos que permitan confiar en que la joven verdaderamente fue encontrada, y la forma en que el gobernador anunció las detenciones como muestras de la «eficacia» de la Fiscalía poblana, han evidenciado más la insensibilidad del mandatario ante el problema.
Ayer, domingo 6 de noviembre, a las 8:35 de la noche, en la zona centro del municipio de Abasolo, Guanajuato, dos hombres dispararon contra María Carmela Vázquez, del Colectivo Personas Desaparecidas de Pénjamo. Una ambulancia de Cruz Roja llegó al sitio, pero el personal de emergencias la encontró sin signos vitales. La mañana de este lunes, la prensa buscó al gobernador Diego Sinhue Rodríguez para pedirle un pronunciamiento sobre el caso, pero eludió a los reporteros.
En honor de Carmela y de su hijo su hijo, Osmar Zúñiga Vázquez, desaparecido el 14 de junio pasado, sus compañeros de lucha escribieron en redes el mensaje: «Tu mami se fue sin verte por última vez, tu mami tenía la gran ilusión de darte un abrazo y decirte lo mucho que te ama. Osmar tu mami no estará físicamente para seguir con nosotros en este caminar, pero estamos miles de familias buscándote».
Suman tres madres ultimadas en sólo tres meses. Tres mujeres asesinadas mientras hacían la tarea del Estado.
De acuerdo a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, el Comité contra la Desaparición Forzada y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, de 1964 a la fecha, han desaparecido 100.000 personas en México.
