octubre 25, 2025 7:15 am
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El macho protagonista fractura la marcha 8M en Puebla

Al finalizar la marcha del 8M en Puebla pude ver a hombres infiltrados que causaron destrozos en la terminal del RUTA a la altura de la Fiscalía, en caos y confusión, las amigas que hice en la marcha y yo tuvimos que alejarnos para no salir lastimadas

Desde que me subí al camión podía ver unión. Mujeres vestidas de morado iban a mi alrededor mientras recorría el tramo para llegar a Paseo Bravo. Ayudándome a bajar, caminamos hasta el comienzo del parque, aquí nos separamos, ellas siguieron caminando y yo seguí el sonido que empezaba a retumbar en el lugar, el contingente universitario estaba arribando y con el los cantos y sonidos que hacian las manifestantes, todo el mundo volteaba a verlas. En el marco de la conmemoración del día de la mujer, este 8 de marzo, miles de mujeres nos congregamos en Paseo Bravo a las 5pm para salir a marchar hacia la Fiscalía del estado de Puebla. Desde madres con sus hijos en brazos hasta jóvenes mujeres de todo tipo de complexión y origen, todas juntas mostrando orgullosas sus carteles con demandas que gritaban al unisonó. 

Comenzamos a caminar en dirección hacia el centro por la avenida Reforma. Todas con nuestros carteles en mano y alzados hasta donde llegaban nuestros brazos; cantábamos en coro, sin cesar, consignas feministas que retumbaban entre las paredes a la par que pasábamos. La fuerza y voluntad de todas juntas nos hacía sentir que eramos imparables. 

La marcha continuó con tranquilidad mientras pasábamos por las calles del centro de la ciudad. En el camino nos encontrábamos con espectadores viendo como pasábamos, entre ellos familias de mujeres desaparecidas y niñas acompañadas por sus madres que gritaban con fuerza «¡Calladitas no nos vemos más bonitas!».

La compañía entre las mujeres del contingente universitario fue amigable y siempre pacífica, todas teníamos un motivo que nos impulsaba a seguir caminando y nos sentíamos seguras porque íbamos juntas. Entre las personas que se encontraban en momentos a mi alrededor pude interceptar a algunos hombres y personas trans, pero lo atribuí a la inclusión en la que se regía la marcha con la que iba. 

Despues de algunos trayectos en los que corrimos juntas, por fin llegamos al boulevard que nos llevaría directo a la Fiscalía. Las voces se notaban un poco más cansadas, pero encontrábamos la fuerza para seguir gritando cuando los negocios por los que pasábamos nos mostraban su apoyo al sacar banderas y cantar con nosotras «Canción Sin Miedo».

Ya nos encontrábamos a 2 cuadras de llegar a la Fiscalía cuando de repente las mujeres se empezaron a detener y voltear a ver ante el ruido que emitían los individuos que se encontraban haciendo destrozos a las estaciones del RUTA. Las mujeres a mi alrededor comenzaron a manifestar confusión, «¿Quiénes son ellos?» «¿Qué están haciendo?». Nadie sabía qué responder, con incertidumbre las mujeres comenzaron a caminar un poco hacia ellos, acercándose con miedo. Cuando se dieron cuenta que eran hombres encapuchados infiltrados a la marcha se notó inmediatamente la desconformidad de las manifestantes; empezaron a gritar al unisonó «Fuera machos» para intentar que se detuvieran y dejaran de entorpecer la marcha. 

Compañeras de las diversas colectivas que se encontraban en la marcha empezaron a pedir a las manifestantes que se recorrieran, evitaran acercarse a ellos ya que no sabía que intenciones tenían. Las mujeres a mi alrededor se veían claramente incomodas con este suceso. Fue en este momento cuando, de la distancia, empezaron a gritar varias mujeres «¡Estan echando gas!»; sin dudarlo todas empezamos a correr.

Una marcha que había sido tan pacífica se convirtió en caos, perdiendo total organización de sus manifestantes. En un espacio que antes se había sentido totalmente seguro en hermandad, ahora se había convertido en un peligro para nuestra seguridad. Las mujeres nos tuvimos que meter entre calles para evitar que nos alcanzara el gas y llegar hasta la fiscalía nosotras solas, exponiéndonos y haciéndonos sentir muy incomodas por los sucesos acontecidos. Estos hombres fracturaron la organización de los contingentes de la marcha y así decreció nuestra unidad. 

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