En días recientes, a través de redes sociales, se viralizó un video del personal del ayuntamiento de San Miguel de Allende, Guanajuato, en el que sacrifican cruelmente a un perrito callejero, rodeado de otros cuerpos de animales sin vida. A raíz de este video, difundido por grupos animalistas, el ayuntamiento de San Miguel de Allende lanzó un comunicado donde llama la atención que no se mencionen procesos penales en contra de los empleados, a pesar de que la ley de Guanajuato prohíbe tales actos.
En el video se puede observar cómo dos trabajadores terminan con la vida de un perro: uno de ellos lo sostenía del cuello con una barra de metal y aplastaba la cabeza del animal con su bota, mientras que el otro trabajador inyectaba al perrito. En el fondo de la toma se ve una camioneta con el logo del ayuntamiento de San Miguel de Allende y varios cuerpos de perritos muertos.
Tras la viralización de este video, el ayuntamiento de San Miguel de Allende compartió un comunicado en el que señalaban varios puntos. Primero, aclararon que este video supuestamente pertenece a hechos ocurridos en 2023, por lo que los dos participantes de este biocidio fueron identificados y despedidos entonces. Además, aseguraron que el Centro de Control Animal de la comunidad prioriza la promoción de la adopción por sobre el sacrificio, el cual está regulado por los protocolos estándar de eutanasia.
En Guanajuato, la Ley para la Protección Animal del Estado regula la protección de los animales domésticos. En cuestión de sacrificio, esta ley establece que: El propietario de un animal debe sacrificarlo si está gravemente enfermo o lesionado, o si representa un peligro para la salud o la seguridad de las personas. El sacrificio de animales domésticos solo se puede realizar por enfermedad, accidente, vejez extrema o inhabilidad física. El sacrificio de animales destinados al consumo solo se puede realizar con la autorización de las autoridades municipales, sanitarias y administrativas.
Sin embargo, al tratarse de animales callejeros, se supone que el Centro de Control Animal debe atender la problemática social de la sobrepoblación animal, a través de una atención de respeto y humanismo que garantice el bienestar animal evitando la violencia en contra de estos seres vivos .