Un grupo de médicos de Reino Unido logró que ocho bebés nacieran libres de enfermedades genéticas hereditarias, gracias a un método pionero que utiliza ADN de tres personas. El proceso fue desarrollado por científicos británicos en 2015, el cual pretende evitar la transmisión de padecimientos mitocondriales, trastornos incurables que afectan el suministro de energía del ser humano.
Los neonatos fueron concebidos con el óvulo y el esperma de sus padres, combinados con un segundo óvulo donado por una mujer con orgánulos sanos. Esta técnica conocida como “donación mitocondrial” evita que las madres portadoras de mutaciones genéticas transmitan a sus hijos enfermedades graves que pueden causar daño cerebral, debilidad muscular, ceguera e incluso la muerte durante los primeros años de vida.
El procedimiento aprobado por el parlamento británico hace una década, ha generado debate por implicar alteración permanente del linaje genético humano: alrededor del 0.1 por ciento del material genético de los infantes proviene de la donante. Aún asi, para las familias afectadas por estas patologías, representa una oportunidad única de romper con el ciclo de herencia de enfermedades.
Según informes publicados por el New England Journal of Medicine, 22 familias participaron en los procedimientos realizados por el Centro de Fertilidad de Newcastle. Hasta ahora han nacido ocho recién nacidos — cuatro niñas y cuatro niños, incluidos gemelos —, y un embarazo más continuo en curso. Todos los nacimientos han sido supervisados rigurosamente; solo se han presentado dos incidencias menores de salud ninguna vinculada con este procedimiento
Expertos como el profesor Bobby McFarland, del Servicio Nacional de Salud (NSH), celebran los resultados como un “hito médico y humano” , para las familias como por ejemplo, la de Kat Kitto, cuya hija Poppy padece esta enfermedad, el avance representa una esperanza tangible para las futuras generaciones.
“Reino Unido es el único país donde esto ha sido posible, gracias al liderazgo científico, legal y ético”, destacó el profesor Doug Turnbull, uno de los desarrolladores de la técnica.
Este logro médico no solo desafía los límites de la fertilidad reproductiva, sino que también abre el debate global sobre la herencia y el futuro de las terapias de fertilidad avanzada.
