El mandatario Sergio Salomón Céspedes Peregrina señaló que “no es monedita de oro”, ante las posibles críticas que se pudieran dar cuando llegue al frente del Instituto Nacional de Migración (INM), que será luego de que concluya su gestión en el gobierno de Puebla.
Entrevistado, luego de la reapertura del Complejo Museístico de “La Constancia Mexicana”, el titular del Poder Ejecutivo comentó que no dará detalles de la labor que tendrá en el gobierno federal, pues se enfocará a terminar con su administración al 13 de diciembre.
Por ello, volvió a reiterar su agradecimiento a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, por haberlo tomado en cuenta para ser parte de su gabinete, pues es un orgullo para él como poblano estar trabajando por un mejor país de la mano de la morenista.
“Yo quiero pedirles a todos que me ayuden, no voy a hablar nada de migración hasta que llegue, todavía falta. No soy monedita de oro, hay varios opinólogos locales, que cuestionan mi posición, hacemos las cosas es plena conciencia”, remarcó.
Es de mencionar que fue el martes en su conferencia mañanera que Claudia Sheinbaum Pardo dio a conocer que el gobernador de Puebla estará al frente del INM, una vez que concluya su gestión al frente del estado.
Dijo que mientras se da este movimiento, se mantendrá al frente del instituto, Francisco Garduño Yáñez, quien ocupó ese cargo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Incluso, calificó al aun gobernador como una persona que ha trabajo por el estado, que ha dado resultados y un político con trayectoria que ha ocupado varios cargos, pues ya fue alcalde, diputado local y actual titular del Poder Ejecutivo.
Sustituirá a Francisco Garduño
Cabe resaltar que Garduño Yáñez ha enfrentado un proceso penal debido a su presunta responsabilidad en el incendio de una estación migratoria en Ciudad Juárez, que en marzo de 2023 dejó 40 migrantes muertos y 27 heridos.
Sin embargo, a pesar de esta situación, ha continuado en su cargo, por ello es que la transición ya está en marcha para asegurar una continuidad en las políticas migratorias sin interrumpir el trabajo del instituto, pero con respeto a los derechos humanos.