A partir del nuevo escándalo del expresidente de México, emanado de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto (EPN), sobre el supuesto soborno de 25 millones de dólares que habría recibido para adquirir el software espía de Pegasus, se reanimó la duda: ¿dónde quedó el equipo espía de Rafael Moreno Valle Rosas?
Ernesto Aroche Aguilar periodista y codirector del medio del portal «Lado B», ha investigado por años el espionaje gubernamental a nivel nacional y en Puebla.
Tras la publicación de la primera entrega de Info Quórum sobre el destino que pudo tener el spyware que en su momento adquirió el gobierno del extinto Rafael Moreno Valle, Aroche precisó que el equipo usado en Puebla para espiar no es Pegasus —como se ha difundido hasta en esferas oficiales-, sino un Sistema de Control Remoto Galileo de la empresa italiana Hacking Team.
¿Qué es y cómo opera un sistema Galileo? El periodista de investigación explica que este software usa un «exploit», «un archivo encriptado que viene escondido dentro de otro archivo, puede ser un PDF, un doc, incluso Excel y al momento en el que se abre dicho archivo, el virus informático se inserta en el aparato y a partir de eso, empieza a monitorear actividades, puede encender cámaras, micrófonos y extraer información que se encuentre en el aparato infectado».
“En Puebla -abundó- lo que pudimos documentar desde el periodismo, fue que el gobierno de Puebla, de Rafael Moreno Valle en ese momento, había contratado los servicios de Hacking Team y estuvo utilizando el sistema Galileo, porque, a partir de un filtración que hubo en WikiLeaks, pudimos encontrar correos de comunicaciones entre operadores del gobierno de Puebla y la empresa italiana, dónde les pedían diferentes exploit, porque no eran genéricos, iban dirigidos a ciertas personas, a ciertos blancos, entonces se tenían que estructurar para quienes eran».
Al preguntarle a Aroche su opinión sobre el supuesto de que el equipo hubiera terminado en otras manos y si se podría reactivar, advirtió que tras haberse instalado el sistema en un equipo, solamente se tendría que renovar la licencia anual y acotó: «los paquetes incluyen un número determinado de objetivos […] tú te puedes llevar la computadora o el equipo informático donde se instaló el sistema, a tu casa o a otras ubicaciones, pero tienes que seguir pagando la licencia, claro, ya no es tan caro como el arranque y la instalación, cuándo tienen que darte el equipo, una capacitación y pagarlo todo, simplemente tienes que pagar la licencia, que es un poco más barato».
Luego de las declaraciones del titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla (SSP), Francisco Sánchez González sobre que en el Estado no hay algún sistema de espionaje, Aroche comentó a InfoQórum: «el secretario puede decir lo que quiera, el sistema puede estar, la cosa es que es difícil el observar como es que los gobiernos van adquiriendo estos sistemas», añadiendo que «en temas de gobernabilidad, los gobiernos deben de tener información suficiente para poder tomar decisiones en algunos casos, una cosa es la información que necesitas para temas de gobernabilidad y otra cosa es el espionaje político, que era lo que estaba haciendo Rafael Moreno Valle».
La amenaza del espionaje
El codirector de «Lado B» señaló que dentro de la ilegalidad el espionaje gubernamental podría ocurrir, pero que, en términos legales no «porque hay un marco legal que no permite eso».
Resaltó que «las reformas recientes que han sido muy criticadas a nivel federal, no tenemos leyes a nivel local que permitan el uso de este tipo de herramientas […] lo que está escrito no lo permite, pero, el uso es otra cosa»
Puntualizando que «en Puebla ni siquiera eso, no tenemos leyes que permitan, ni en los sistemas democráticos, no podríamos permitir pensar en un espionaje político, pueden haber seguimientos en materia de seguridad pública, pero no en casos políticos».
La posibilidad del espionaje
«La situación siempre está, la situación de los gobiernos siempre ha estado, el poder es como un organismo vivo, busca replicarse, busca mantenerse, los seres humanos, está en nuestra biología, los seres humanos, está la reproducción y el seguir creciendo», comentó Ernesto Aroche.
«Eso mismo pasa con los grupos políticos, siempre buscan la manera de sostenerse y mantenerse, por eso siempre buscan controlar el discurso público, la libertad de expresión, lo que dicen los periodistas, lo que se discute en la arena pública cómo controlarlo, lo mismo pasa con tener información de lo que hacen sus contrincantes, para poder adelantarlos» agregó.
– ¿En qué fijarnos cuando se habla de presunto espionaje ilícito por parte del gobierno? – se le preguntó.
-Primero habría que estar monitoreando lo que hace la Secretaría de Seguridad Pública, la Fiscalía (General del Estado), porque ellos en teoría son los únicos autorizados para poder hacer un seguimiento a personas, por temas de seguridad-contestó.
Aroche agregó que «se pueden hacer solicitudes de información, para saber sí hay peticiones, es difícil que haya transparencia y el poder ubicar a las personas, pero por lo menos, saber el tipo de herramientas, justificadas o no, para saber a quienes realizan seguimiento».
Resaltó que lo otro es «estar pendiente de las licitaciones y compras del gobierno de Puebla, porque si bien, nunca pudimos obtener un documento como tal, que nos comprobara que el gobierno había comprado el sistema Galileo o contratado a Hacking Team, a pesar que hicimos un montón de solicitudes de información, por ahí encontramos una confirmación, pero el contrato como tal nunca lo pudimos obtener».
Lo que sí se logró obtener, apuntó, fueron «contratos de otros objetos que sirven para espiar, en algún momento encontramos por ahí, un contrato de compra de lapiceros y lentes con microcámaras incrustadas, para dar seguimiento a personas, sin que se dieran cuenta».
Primera pista: el equipo que espiaba en Puebla no era Pegasus
