Tras fustigar a la alcaldesa Imelda Gil Osorio y a los regidores que la acompañaban, por no defender el agua de Nealtican, campesinos de ese municipio accedieron a abrir la presidencia municipal, obligando a las autoridades de la Comuna a efectuar el próximo martes una sesión de Cabildo abierto para plantear de manera oficial la defensa del elemento.
Vecinas y vecinos de Nealtican permitieron ayer reanudar labores en el palacio municipal, condicionando su acción a la celebración de una sesión pública de Cabildo el próximo 1 de julio. El objetivo explicitado: tratar la demanda ciudadana de suspender el envío de agua hacia la capital poblana.
La mañana inició con una asamblea comunitaria de más de tres horas en la plaza principal, donde la tensión se hizo evidente. Esta fue la primera vez, desde el mes de diciembre, cuando los vecinos formalizaron ante la alcaldesa Imelda Gil Osorio su exigencia de detener el suministro del agua a la capital del estado, que ambas partes se vieron cara a cara en un encuentro directo sin mediación.
Durante la reunión, se registraron varios momentos de confrontación verbal. Un grupo de habitantes avanzó hacia la mesa donde estaban la alcaldesa y algunos regidores para reprocharles la falta de seriedad en sus argumentos y la omisión de compromisos previos. En ese instante, personal de la Policía municipal intervino para contener el cruce pero no fue necesario recurrir al uso de la fuerza.
Las y los vecinos insistieron en la derogación de dos de tres convenios que determinan el uso del vital líquido en la región: el de 1994 (calificado por los propios funcionarios como «el convenio definitivo»), en el que Ayuntamiento y Gobierno estatal de entonces autorizaron el uso de cuatro pozos para enviar agua a Puebla; y la concesión de 1997 que asignó al Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP) la administración del 15 millones de metros cúbicos anuales de agua, divididos en 10 anexos o pozos: uno en la ciudad de Puebla, cuatro en Nealtican y cinco más en San Pedro Cholula.
La población subrayó que aproximadamente el 60 % del agua extraída en los cuatro pozos de Nealtican beneficia a la ciudad de Puebla, mientras apenas 2 % llega a consumo local.
Asimismo, la comunidad criticó la inacción de sucesivas administraciones estatales que, a su juicio, no realizaron las obras pactadas a cambio del agua enviada. Rechazaron también las recientes gestiones para la perforación de un quinto pozo e insistieron en que se detenga cualquier extracción hasta que se regularicen los términos del convenio. Gil Osorio, por su parte, aclaró que no ha firmado nuevos acuerdos ni autorizado el envío adicional del recurso.
El regidor Mario Mixtitla expuso que la concesión se encuentra actualmente a nombre del Soapap -una determinación fue responsabilidad de la Comisión Nacional de Agua (Conagua)-, con planes en curso para transferir la titularidad al municipio de Nealtican. Defendió al actual Ayuntamiento, señalando que la pasividad de la población en los últimos 30 años, fue lo que habría permitido omisiones en el cumplimiento del convenio original.
Por su parte, el síndico municipal, Óscar Castro, señaló que se revisa a fondo el convenio existente y sus implicaciones legales, enfatizando que, aunque el municipio está dispuesto a gestionar cambios, la comunidad debe asumir responsabilidad activa para presionar en dichos procesos. En la sesión del próximo martes, se prevé ratificar la creación de comités ciudadanos que representarán a las y los nealticanos ante instancias estatales y federales, en un esfuerzo por asegurar una gestión más justa del agua.