Las elecciones al Poder Judicial se encuentran a la vuelta de la esquina, un proceso histórico en el que votaremos por primera vez por quienes integrarán uno de los poderes más importantes de México, pero también de los más opacos y cuestionables, a pesar de esta oportunidad, hay quienes llaman a no votar.
Creo que el sistema democrático es sin lugar a dudas el mejor, pero también uno de los más curiosos, interesantes y con sus respectivos fallos, es en ese universo que está ocurriendo un evento cuanto menos, de lo más ridículo.
Cada que es tiempo de elecciones, el llamado es a votar, que participemos en este ejercicio democrático de manera convencida y con conocimientos de quienes contienden, pero ahora, la oposición y sectores desesperadamente ridículos gritan que votar es lo peor que podríamos hacer, por lo que convocan a no votar.
Quienes realizan esta convocatoria a no participar en los próximos comicios, son las mismas personas que hasta hace unos meses defendían al INE a «capa y espada» gritando y marchando porque «el INE no se toca» pero después de que no cayera en sus juegos y en las ilegalidades que le exigían que hiciera, ya querían desaparecerlo y hasta «manosearlo».
La convocatoria para no votar no es aislada, la ultraderecha está usando buena parte de sus recursos para deshinibir la afluencia en las casillas; un ejemplo de ello es el fascistas, usurero y deudor de México, Salinas Pliego, quien ha usado su televisora para transmitir su mismo discurso en contra de las elecciones que ha sido repetido prácticamente de manera integra en todos los noticieros de TV Azteca, e inclusive en otros medios de comunicación.
«Votar es de chingones» portaban con grandes sonrisas y orgullo integrantes de la oposición en playeras negras con letras blancas, desde intelectuales, políticas, políticos hasra integrantes de la farándula como Paty Chapoy para los pasados comicios donde la izquierda y la derecha se jugaron el todo por el todo, desde la presidencia hasta cargos locales, buscando los ultras, representados en ese momento por Xóchitl Gálvez, quedarse con el país — dónde cayeron de manera estrepitosa al basurero de la historia—, pero ahora, como a esos mismos sectores no les conviene que la gente vote, publican imágenes con la leyenda: «no votes en la farsa judicial, no seas cómplice de pendejadas».
Es totalmente comprensible porque los ultras llaman a no votar, le temen al pueblo, a la revolución de las conciencias que ha salido avante ante un sistema sumamente corrupto y opresor que siente que agoniza, temen a que la ciudadanía le quita a los ultras su último bastión, que vote por personas juzgadoras las que vean por el pueblo antes que por las transnacionales y/o quienes tengan poder económico, político, criminal, comunicacional y sean las personas o de los sectores más privilegiados.
Pero la convocatoria para no votar también está plagada por hipocresías y trampas, los ultras buscan matar dos pájaros de un tiro, ya que llaman a no votar, pero ellas y ellos si irán a las urnas, para ver sí logran poner a sus representantes y por el otro lado, quieren decir que hubo poca participación, para después echárselo en cara a la presidenta, a Morena, decir que nadie quería participar y que se tienen que volver a los tiempos en que detrás de bastidores se negociaban la colocación de nuestras personas juzgadoras.
En estos días a través de redes sociales y medios de comunicación han circulado «acordeones» que responden tanto al oficialismo como a la oposición y francamente me parece absurdo como es que ahora se escandalizan porque existan, siempre que hay elecciones aparecen acordeones y hasta quienes pagan por votar por x o y partido, —muchos de ellos pertenecientes al PRI, PAN, MC—, así que de acuerdo a esto, lo mejor que podemos hacer es analizarlos y seguir con nuestra decisión democrática.
Otra de las tantas cosas que han sido criticadas es el tiempo que podemos tardar en votar, desde quienes proyectan de quince minutos hasta media hora, y lo pone como un problema mayúsculo, pero hombre, ojalá que todos los males fueran así, es entendible, es un nuevo y complejo proceso electoral, es normal, pero sino empezamos ahora, ¿Cuándo?, vayamos con la suficiente calma, paciencia y listos para algo como este proceso democrático, pero no podemos dejar de participar porque «será muy lento».
Curiosamente desde que AMLO y Morena llegaron al gobierno de México la oposición habla de «contrapesos» y en previos comicios no han ganado casi nada y por el contrario, se han visto sumamente disminuidos y muchos de ellos ya en el basurero de la historia, ahora se quejan de que según Morena colocará a sus candidatas y candidatos, entonces, ¿Por qué no convoca otra vez la oposición para ser «contrapesos»?, fácil, porque lo que quieren es que el pueblo no vote y los ultras pongan a su gente.
La oposición buscará capitalizar lo que ocurra el próximo domingo, sin importar lo que pase, que sí la gente tardar en votar, que si la gente lleva acordeones, que si hay muchas o pocas personas, entre otros muchos puntos, pero no hay que perder de vista lo importante, quienes llegan al nuevo Poder Judicial.
Finalmente, estoy casi al ciento porciento seguro que conocemos a alguien o inclusive hemos sido víctimas del Poder Judicial, del échele un billete para que su expediente no quede hasta abajo, del sino pagas no avanza tu caso, del «así es esto» para después extenderte la mano para que pagues, entre otros miles de abusos, pero y ¿Cómo lograr cambia esto? Simplemente se podrá sí salimos a votar, a elegir de manera convencida votar por un cambio, quitarle el poder a aquellas personas juzgadoras que solo veía su puesto como su caja chica, votemos por quienes nos representen, nos puedan traer justicia, defendernos y sentar una serie de precedentes, los que nos hagan sentir que el cambio es real, no una mera fantasía y que la justicia deje de estar secuestrada por el «cartel de los togados».
