Este lunes, la ONU recapitula la devastación y la «tragedia implacable” que pesa sobre la Franja de Gaza, al cumplirse un año del ataque de Hamás al sur de Israel (que dejó mil 200 muertos, 5 mil 500 heridos y 200 rehenes), y de la desproporcionada respuesta del Estado Israelí que continúa hasta hoy y que ha matado a casi 42 mil palestinos –la mayoría mujeres y niños- y ha dejado más de 96 mil heridos, miles de desaparecidos y a 1.9 millones de desplazados.
A lo largo de todo este año, el sistema de la ONU y su agencia de noticias oficial han documentado los horrores de este conflicto que han afectado tanto a la población civil de Israel como de Palestina, pero especialmente de este último, pues ha este país quien ha sufrido más la negativa del Estado sionista y las naciones aliadas a poner un alto el fuego que permita la entrada continua de ayuda humanitaria a Gaza y permita diálogo para llegar a una paz duradera.
En especifíco, este 7 de octubre, ONU noticias título su boletín «El último año ha desatado una “tragedia implacable” en Gaza», en referencia a las palabras de la coordinadora de la Asistencia de Emergencia, Joyce Msuya, quien llamó a los Estados Miembros a «ejercer su influencia para garantizar el respeto del derecho internacional humanitario y los derechos humanos y el cumplimiento de las sentencias de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) […y] trabajar para poner fin a la impunidad», haciendo alusión a la determinación del 19 de julio de este año que reconoció que Israel «ha cometido múltiples y graves violaciones del derecho internacional contra los palestinos en los Territorios Palestinos Ocupados» y le calificó de responsable de apartheid, y de la sentencia de mayo de la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, que solicitó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Netanyahu, y el ministro de Defensa, Galant, por posibles crímenes de guerra.
Reconociendo también los actos cometidos por Hamas, que mantiene a los rehenes cautivos en Gaza sometidos a tratos inhumanos -incluyendo la violencia sexual- y privados de acceso a la asistencia humanitaria o a las visitas del Comité Internacional de la Cruz Roja, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) remarcó que la embestida israelí contra Gaza con bombardeos aéreos, operaciones terrestres, órdenes de evacuación constantes y un bloqueo a la entrada sostenida de socorro vital han empeorado la tragedia de una Palestina que ya llevaba 17 años de bloqueo aéreo, marítimo y terrestre, y varios ciclos de hostilidades.
A continuación el recuento que hace la ONU:
Bombardeos, operaciones terrestres y órdenes de evacuación
Más del 90% de población gazatí ha sido obligada a desplazarse, a menudo varias veces, en medio de constantes órdenes de evacuación sin que haya un sitio seguro para guarecerse de la violencia.
En Israel, también hay comunidades desplazadas y expuestas al lanzamiento indiscriminado de cohetes desde Gaza.
Los atropellos cometidos contra los palestinos también incluyen la detención arbitraria de miles de ellos, que estarían sometidos a torturas y tratos inhumanos, además de que no se informa de su paradero.
Enfermedad, hambre y muerte
La enfermedad, el hambre y la muerte imperan en Gaza toda vez que los servicios básicos son casi inexistentes en toda la Franja. Los civiles viven en medio de privaciones extremas sin alimentos, electricidad, atención sanitaria o ayuda de emergencia.
Los niños han perdido un año de educación y las escuelas sufren ataques sistemáticos pese que sirven como albergues para la población desplazada.
Ataques al personal humanitario
El personal humanitario de la ONU, por su parte, ha afrontado ataques y abusos y su labor es obstaculizada. Más de 300 trabajadores de socorro han sido asesinados durante la guerra, la gran mayoría de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), más que en cualquier otra crisis.
Sin embargo, los organismos humanitarios siguen trabando en medio de la violencia, el saqueo de suministros y las dificultades para desempeñarse.
La OCHA recordó hoy el importante papel de los trabajadores humanitarios y la diferencia que pueden hacer cuando se les permite llegar a las personas necesitadas, y citó la reciente campaña de vacunación contra la polio, en la que más de 560.000 recibieron la primera dosis de la inmunización.
Mientras la crisis se agudiza a cada momento en Gaza, en Cisjordania aumentan las muertes, la destrucción generalizada y el desplazamiento forzado de palestinos a causa del uso de la fuerza letal por las tropas israelíes, la violencia desenfrenada de los colonos y las demoliciones de viviendas.
No hay palabras
La coordinadora de la Asistencia de Emergencia afirmó que no hay estadísticas ni palabras “que puedan expresar plenamente la magnitud de la devastación física, mental y social que tiene lugar” en ese lugar del mundo.
“Pero sabemos lo que debe suceder: los rehenes deben ser liberados y tratados humanamente. Los civiles deben ser protegidos y sus necesidades esenciales atendidas. Los palestinos detenidos arbitrariamente deben ser liberados. Los trabajadores humanitarios deben ser protegidos y su trabajo facilitado. Los perpetradores deben rendir cuentas por cualquier violación grave del derecho internacional humanitario. Y el ataque a Gaza debe terminar”, insistió Joyce Msuya.