mayo 14, 2025 5:03 am
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Lucía Topolansk y Pepe Mujica; una historia de unidad, revolución y amor

Lucía Topolansk y José «Pepe» Mujica estuvieron juntos durante décadas, «en las buenas y en las malas» como se diría coloquialmente, una historia de amor que transitó por una dictadura militar, una revolución, procesos democráticos y luchas tanto sociales como políticas.

Ambos en sus juventudes pertenecieron al Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN) y se conocieron en 1967, en ese momento los dos siendo guerrilleros quienes enfrentaban a la dictadura militar del Uruguay. Para el documental de Netflix, «El Pepe, una vida suprema», Lucía recuerda que se conocieron «en una acción militar en la que él (Mujica) jugaba un papel y yo otro y después, yo trabajaba en un servicio que falsificaba documentos y él vino a hacerse los documentos».

A lo que el Pepe ironizó «en esa época teníamos mejores documentos que los se pueden hace ahora, eran más perfectos», para después, reír de manera cómplice y juguetona tanto Mujica como Topolansk.

Para 1971 ambos fueron detenidos y se volvieron presos políticos durante 13 años, periodo por el que sufrieron acciones de torturas, maltratos y violaciones a los derechos humanos, a pesar de ello, trataron de enviarse cartas, logrando solamente recibir una y así es como piensan que el resto fueron interceptadas y destruidas por la dictadura militar.

En 1985 la dictadura militar uruguaya terminó y fueron liberados quienes se encontraban de manera ilegal detenida, y solo un día después de esto Lucía y Mujica se dedicaron a buscarse, así como a rearmar al MLN; «al otro día empezamos a buscar un local para juntar a los compañeros y reunirnos. Había que empezar a militar» declaró en agosto de 2024 Topolansk para The New York Times, agregando que «no perdimos un minuto. Y no paramos, porque en realidad esa es nuestra vocación. Ese es el sentido de nuestra vida».

En 2005, de manera bastante privada y sencilla fue que Lucía Topolansk y Pepe Mujica se casaron, después de una relación de década y en la misma noche de ese día, regresaron a seguir militando, lo que nuevamente demostró que su amor también estaba marcado de manera profunda por la lucha política en favor de un cambio notorio.

Lucía y el Pepe no tuvieron hijos, en más de una ocasión señalaron que no podían por las condiciones padecidas durante los años que fueron presos políticos, a pesar de ello, siempre tuvieron presentes a las infancias, inclusive, en un evento cultural en dónde habían más infancias, Mujica declaró: «mi patrona (Lucía) y yo, nos dedicamos a cambiar el mundo y se nos fue el tiempo de tener hijos, y nos vamos acercando al hoyo, entonces tenemos que pensar que dejamos, yo sé que ninguna de estas cosas transforma el mundo,  pero se precisan miles de estas cosas para que el mundo cambie».

Topolansky a lo largo del último siglo ha tenido una vida política importante y amplia, en el 2000 fue electa como diputada y para el 2004 consiguió su relección, pero a la par, durante ese tiempo fungió como senadora suplente.

Para 2009 se volvió la senadora más votada, mientras Mujica se volvía presidente del Uruguay. Lucía fue quien le entregó la banda presidencial al Pepe, debido a que era la senadora más votada y aprovechó el momento histórico para abrazarle con lo que parecía mucho cariño y darle un beso.

En 2014 se volvió la segunda senadora más votada, quedando solamente por debajo del expresidente Mujica.

En 2017 Lucía Topolansky hizo historia nuevamente, esto debido a que se volvió la primer vicepresidenta, en ese caso del entonces mandatario Tabaré Vázquez y durante otros periodos también ocupó ese cargo de manera interina.

En 2020 Lucía dejó la vida política para dedicarse a su vida personal y especialmente, para cuidar de Mujica, quien se encontraba en una condición delicada de salud, después Topolansky informaba del cáncer del Pepe.

A lo largo de estos años a Lucía y Mujica se les vio más cercanos, inclusive, aún vendían las flores que sembraban y les miraba ir y venir en el tan famoso e histórico Fusca de color azul, perteneciente a la pareja.

En más de una ocasión Mujica reconoció que gracias a Lucía y la relación que mantuvieron durante estas décadas es que el luchador pudo continuar, e  inclusive reconoció que «gracias a ella sigo aquí».

«El amor tiene edades. Cuando eres joven, es una hoguera. Cuando eres viejo, es una dulce costumbre» reflexionó el Pepe un poco antes de fallecer, haciendo referencia a su gran historia con Lucía, quien a sus ochenta años, este día más que quedarse viuda, se queda sin un compañero de vida, lucha y activismo.

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